Indicó en cuanto a la posibilidad de llegar al futsal brasileño que “el contacto se dio a fines del año pasado, cuando desde el club paraguayo Cerro Porteño me llamaron como refuerzo para jugar la Copa Libertadores. Fue en ese torneo que dirigentes y el entrenador de Cianorte, que fue el equipo que ganó ese torneo, me vieron jugar y me contactaron en diciembre pasado y terminé de cerrar mi vínculo con el club brasileño, por lo que viajé a Brasil en febrero de este año para arrancar la pretemporada”.
“El nivel del futsal es muy alto”
"La verdad que el nivel del futsal en ese país es muy bueno y muy alto, tiene otro ritmo. Claramente se vive de manera profesional, porque todo el equipo está abocado pura y exclusivamente a entrenar. Si bien hay chicas que estudian en la universidad, se entrena en doble turno de lunes a viernes y se juega los fines de semana. Claramente, el nivel del equipo y del juego, es otro”.
Además reconoció que “al principio, me costó un poco adaptarme a ese nivel de juego, que era diferente al que yo venía haciendo en el futbol de salón y por ahí cambian algunas reglas. Pero me fue bastante bien, el nivel es totalmente diferente, son muy responsables y muy dedicadas a lo que hacen y se trabaja de una manera que yo veo por ahí, en mi caso en Mendoza y también en Argentina falta mucho de esto, pero también depende mucho de la parte económica. Acá el equipo tiene un buen apoyo económico y uno no tiene que salir a trabajar o tener un rebusque con algo para poder sobrevivir el día a día”.
La mendocina recordó sus inicios como futbolista: “Arranqué jugando futbol de 11 de campo. Sinceramente no tenía en mis planes jugar futsal y no me llamaba la atención. De hecho, en el segundo club que jugué, Huracán Las Heras, entramos a un torneo de futsal y al principio no me gustaba para nada. Se habían terminado los torneos de campo y estos torneos eran los únicos para poder jugar. Fueron muchos años que nos manejamos de esa manera porque nadie organizaba torneos de 11”.
Al respecto, la futbolista reconoció que “más o menos me comenzó a gustar, pero como que no me terminaba de convencer. Después de un tiempo volví a jugar torneos de 11, me fui a jugar a Chile un año, después volví y cuando me quedé en Mendoza. Decidí darle otra oportunidad al deporte de futsal. De a poco le fui a agarrando el gustito, fui entendiendo cual era la idea del juego, la dinámica. A medida que pasaba el tiempo y aprendía cada vez más cosas, ya no quería dejar de jugar”.
Al seguir repasando su trayectoria futbolera, comentó: “Comencé jugando en Laverriere (campo), luego pasé por Huracán (futsal y campo), Gimnasia y Esgrima (campo). Me fui a Chile y cuando volví jugué en Cementista, hasta que decidí jugar en Cianorte de Brasil”.
Fuente: gentileza mendoza.gov.ar