En un comunicado emitido el martes pasado, la Conmebol aseguró que Infantino se comprometió a hacer cumplir con lo reglamentado para fechas FIFA y los clubes de Europa estaban obligados a entregar a sus jugadores, pero esto entró en contradicción con las intenciones de la propia FIFA y de siete de las ocho Asociaciones miembro, de pasar estas eliminatorias para el año próximo.
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Salvo Brasil, las demás asociaciones, entre las que se encuentran Argentina, Uruguay y el propio Paraguay, el país del presidente de la Conmebol manifestaron su interés, basándose en cuestiones sanitarias, para que las eliminatorias pasen para marzo del año próximo o, en el mejor de los casos, que este año se desarrolle una sola ventana de dos fechas en noviembre.
Inclusive desde FIFA hasta se barajó la posibilidad de jugar a partir de marzo próximo con ventanas de tres partidos en vez de dos como hasta ahora, para ir apurando el paso rumbo a Qatar, con la ventaja que da el hecho de que la cita ecuménica se llevará a cabo en noviembre de 2022 y no en junio como ocurre habitualmente, para evitar las altas temperaturas reinantes a esa altura del año en ese país asiático.
Por eso, y más allá de algunas manifestaciones extrañamente optimistas que partieron desde el seno de Conmebol respecto de mantener al 8 de octubre próximo como el comienzo de las eliminatorias, en su entorno cercano (Asociaciones miembro) y lejano (FIFA), los indicativos pasan por tiempos más lejanos.
En definitiva las eliminatorias mundialistas para Qatar 2022 ya fueron postergadas para el año próximo en Asia, África, Oceanía y la Conmebol. Falta Europa, que correría el mismo camino, así que si eso también sucede en Sudamérica no resultaría nada extraño.
Claro que la incertidumbre sobre la decisión final provocó, por ejemplo, que el técnico del seleccionado argentino, Lionel Scaloni, no pudiera esperar más y se viniera ayer desde su residencia en Mallorca a instalarse en el predio de Ezeiza, porque si Infantino muestra mañana el pulgar hacia arriba, el domingo tendrá que elevar la lista de convocados para los juegos del jueves 8 de octubre ante Ecuador en cancha de Boca y del martes 13 frente a Bolivia en el estadio Hernando Siles, de La Paz.
Si su viaje fue útil o en vano, se sabrá mañana, y eso alcanzará a su ayudante de campo, Walter Samuel, que también estaba llegando por estas horas a Buenos Aires.
Si deben volverse otra vez a sus residencias europeas el fin de semana próximo, en vez de trabajar en el armado de una lista de presuntamente 30 integrantes, con Lionel Messi incluido, será apenas una incongruencia más.