Diego Omar Dabove (Banfield, 1973) está viviendo su mejor momento como profesional en un banco en su segunda experiencia larga (entrenó un partido a Lanús en un interinato) y su meta se encuentra a sólo siete fechas para terminar en lo más alto de la Superliga con Argentinos Juniors, interrumpida en un parón que no le gusta, al igual que los promedios. Visitó la redacción de MARCA en Madrid y opinó sobre Messi, Maradona, Menotti, Bilardo, la Selección...
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¿Quién es Dabove?
-Me considero un entrenador de muy buena gestión con el grupo y ese feeling con los jugadores me hace dar cuenta que gestionar el grupo desde lo humano es algo que hoy en día lo considero tan fundamental como lo futbolístico y tanto en Godoy Cruz como en Argentinos hemos tratado de adoptar una propuesta ofensiva siempre.
¿Como se maneja un técnico de un equipo chico cuando es codiciado por los grandes?
-Lo tomo con tranquilidad, a pesar de que eso nos pone contentos porque trabajamos para trascender, como todos. Las cosas van a ir saliendo y apareciendo en el momento justo. Hoy estoy muy bien en Argentinos, tengo seis meses más de contrato, aunque mi idea es renovar uno o dos años más. Hubo posibilidades del extranjero y estuvo latente lo de Racing, pero creo que lo mejor para mí carrera es que siga vinculado con Argentinos.
¿Es erróneo que se pare la Superliga a siete fechas final?
-Son unas vacaciones diferentes para los jugadores y para nosotros, lo ideal hubiera sido seguir. Este parate hizo que los jugadores se hayan llevado una planificación nutricional y física especial, porque apenas regresa el torneo tenemos partidos domingo, miércoles y domingo.
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¿A qué aspira Dabove?
-Apunto más a lo deportivo, a seguir creciendo como entrenador, a no ponerme plazos de ningún tipo y estar en clubes y lugares que tengan una estructura de trabajo dónde haya un proyecto con juveniles. Creo que tengo que seguir enfocado en ese sentido, porque el dinero irá apareciendo sólo por una cuestión de lógica si las cosas van bien, por eso hay que ser inteligente para elegir los lugares dónde va uno.
No soy de ponerme metas muy largas, pero sí me interesa seguir creciendo y estar todo el tiempo proponiendo cierta incomodidad porque en la incomodidad aparece la mejor versión de cada, porque cuando uno está cómodo se termina acomodando a la situación y no saca su instinto que lo haga trascender.
¿No cree que en Argentina no se deja madurar a los chicos en sus equipos?
-La problemática social se lleva puesto a los futbolístico. Hay jugadores que quizás habría que esperarlos que vengan para Europa pero con 30 ó 40 partidos más en Primera, pero se están yendo con muy pocos partidos y en un alto porcentaje no se terminan adaptando de la mejor manera.
-Eso perjudica al fútbol argentino, ¿cómo cree que puede solucionarse?
R.: Es difícil por el tema de los agentes y del fútbol juvenil. Hoy hay jugadores de 15, 16 años con contratos muy altos, los clubes necesitan vender para susbsistir y, en el medio, queda expuesto esto esta realidad del fútbol argentino. Hay camadas muy buenas que de tener otro proceso seguramente llegarían a la Selección Argentina de otra manera, aunque terminan siendo camadas de jugadores desprolijos.
-¿Usted visualiza esa involución?
-Si. Está clarito y lo vivimos en el club. Está el caso del mediocentro Fausto Vera, que no llega a los 14 partidos y ya es requerido por un montón de equipos de Europa. Creo que es un jugador para tener un proceso de crecimiento mucho más prolijo. Vera es un 5 como lo fueron en Argentinos Fernando Redondo, Sergio Batista y Leonel Gancedo. Fausto está dentro de esas características y hará una gran carrera, por eso tratamos de que sea prolijo y no se apure.
-¿Este tipo de jugadores suelen escuchar lo que le dicen en el club o se deja llevar por lo que dice su agente?
-Tenés de los dos casos, pero uno siempre intenta brindarle las mismas herramientas y los mismos consejos. Unos lo toman de buena manera y hacen lo correcto y otros no lo hacen.
-¿Qué tiene de distinto Batallini?
-A Damián lo vienen queriendo desde hace un tiempo: Independiente, México... Argentinos hizo un esfuerzo grande para sostener la competitividad del equipo. Batallini tiene mucha personalidad, con mentalidad para un equipo grande y puede terminar ahí porque tiene potencial desde lo físico y futbolístico y no se apuró en irse. Ahora tiene unos 100 partidos en Primera y su madurez con la que va a salir es distinta a la que si te apurás en irte. Y eso es algo beneficioso para él.
-¿Pesa sobre Argentina el karma sin títulos desde 1993?
-A esta camada nueva la veo más distendida, creo que la anterior sí tenia ese peso de ganar y ganar. Se ve una buena energía con el plantel.
-¿Por qué el argentino siempre divide en lugar de sumar con sus estrellas?
-El argentino apunta más a lo destructivo y al dividir que a otra cosa. Somos así. Ha pasado con Menotti-Bilardo y ahora pasa con Messi y Maradona. Es parte de nuestra idiosincracia y no creo que la cambiemos.
Yo no lo miro así porque vi cosas de Menotti y Bilardo y los dos tienen cosas interesantísimas para sacar. Hasta les encuentro cosas en común a pesar de que parecen que están en veredas diferentes. Igual, no podría decir que Diego o Messi fue el mejor del mundo, cada uno lo fue en su época. Pero sí, el argentino es más de dividir y de destruir.
-¿Cuál es el techo de Argentinos?
-Lo importante es que desde hace siete partidos somos punteros y que el equipo aún tiene hilo en el carretel. Hay cosas para mejorar y evolucionar y trataremos de hacer con la mejor versión individual para apuntar a hacer algo bueno en lo colectivo en estas últimas siete fechas.
-¿Está de acuerdo con los promedios?
-No, no me gustan. Ojalá que los podamos erradicar los más rápido.