El 3 de julio de 1990, hace 30 años, la Selección Nacional lograba uno de sus triunfos más emblemáticos al imponerse por penales al dueño de casa en una de las semifinales del Mundial de Italia.
Tras empatar 1 a 1 los 120 minutos de juego, el equipo dirigido por Carlos Bilardo se impuso 4 a 3 en la definición y eliminó no solo al favorito sino al local, aunque aquella noche en Nápoles el público estuvo dividido.
Influyente en el juego, Diego Maradona lo fue aún más en la previa y su ascendencia sobre los napolitanos, discriminados por los poderosos del Norte, hizo que el estadio San Paolo viviera una noche de sentimientos encontrados ya que por un lado estaba la Nazionale y por el otro estaba Diego, el hombre que los había llevado a lo más alto del Calcio.
No es casualidad que aquel y los otros dos partidos que jugó en Nápoles fueras los únicos en los que el público no silbó el himno argentino.
Armado para que gane Italia
Aunque las cifras que se manejaban hace 30 años no eran ni cercanas a la actualidad, Italia tenía en aquel momento la liga más poderosa del mundo, con las mejores figuras y como anfitrión el Mundial estaba hecho a su medida.
Por eso no era extraño que la Azurra haya llegado a semifinales con 5 victorias en igual cantidad de encuentros y sin goles en contra. En fila se impuso a Austria (1-0), Estados Unidos (1-0), Checoslovaquia (2-0), Uruguay (2-0) e Irlanda (1-0). Además tenía al goleador del torneo, Salvatore Schilaci.
Argentina era todo lo contrario, y por más que era el defensor del título y tenía a Maradona, la campaña había sido irregular. Perdió con Camerún (0-1), le ganó a la Unión Soviética (2-0), igualón Rumania (1-1), se clasificó como mejor tercero, eliminó a Brasil (1-0) y luego a Yugoslavia (0-0 y 3-2 en los penales).
Las formaciones
Fortalecido anímicamente tras eliminar a Brasil y más sólido en lo táctico, Bilardo alineó en el San Paolo a Sergio Goycochea; José Tiburcio Serrizuela, Juan Simón y Oscar Ruggeri; José Basualdo, Gabriel Calderón, Ricardo Giusti, Jorge Burruchaga y Julio Olarticoechea; Maradona y Claudio Caniggia. Luego ingresaron Sergio Batista y Pedro Troglio.
La Italia de Azeglio Vicini salía de memoria con Walter Zenga, Franco Baresi, Giuseppe Bergomi (c), Luigi De Agostini, Riccardo Ferri, Paolo Maldini, Fernando De Napoli, Giuseppe Giannini, Roberto Donadoni, Schilaci y Gianluca Vialli. Desde el banco entraron Aldo Serena y Roberto Baggio.
El mejor partido de Argentina
Más allá de que no le sobró nada y terminó ganando en los penales, por el rival y la instancia aquella semifinal fue el mejor partido de Argentina en todo el certamen.
Goycochea transmitió seguridad y tuvo algunas atajadas muy buenas, la defensa solo concedió una chance en el tanto de Schilaci a los 17', los volantes trabajaron con gran prolijidad y en ofensiva Maradona y Caniggia llevaron peligro. Éste último, además, marcó el único tanto con un cabezazo inolvidable a los 22' del segundo tiempo.