Rodrigo Rey fue el gran protagonista en una noche especial que vivió Godoy Cruz en el Malvinas Argentinas. Por primera vez en la historia, un equipo mendocino juega los octavos de final de la Copa Libertadores de América y, como si eso fuera poco, su ídolo más reciente jugó lo que, seguramente fue, su último partido en el club.
Rey afirmó, visiblemente emocionado, que su futuro puede estar en Grecia o España y, quizás en modo de despedida, le dejó un gran mensaje a los pibes de Inferiores: "En mi brazalete de capitán llevo una frase; 'cumple sus sueños quien resiste', los sueños se hacen realidad".