Si la foto de Fillol y Tarantini con un hincha sin brazos recorrió el mundo como el abrazo del alma del título mundial de fútbol de 1978, el básquetbol argentino ya tiene su abrazo del alma.
Fue apenas terminada la semifinal del Mundial ante Francia cuando Luis Scola se encontró con Emanuel Ginóbili en un festejo que quedará para siempre en la historia del deporte argentino.