Desde Mendoza, ya venimos trabajando en una reforma laboral moderna:
- Programa Enlace: promueve la formalización del empleo joven, con incentivos fiscales a las empresas que den su primer trabajo a este segmento laboral.
- Oficina de Conciliación Laboral (OCL): modelo mendocino, tomado como leading case nacional, que ha permitido reducir la litigiosidad en causas por despido en nuestra provincia al 50%.
Y si bien la escala para aplicar una reforma laboral a nivel provincia es acotada, la filosofía es la que queremos transmitir al plano nacional, porque creemos que la Argentina necesita un mercado laboral pro empleo registrado, para así volver a crecer con bases sólidas. Se trata de avanzar hacia un sistema que premie el esfuerzo, fomente la productividad, baje la litigiosidad, y genere oportunidades reales de ascenso social.
En esta línea, las principales reformas laborales, a nivel nacional, deberían apuntar a los siguientes aspectos:
- Dar mayor peso a la voz del trabajador en las paritarias, de modo que los acuerdos no dependan solo de la dirigencia sindical sino también de la voluntad expresada por las bases. Esto lleva también a una mayor transparencia sindical, con padrones claros y elecciones internas supervisadas.
- Descentralización: permitir negociaciones por empresa, sector y/o región, en lugar de centralizar a nivel nacional.
- Contratos más flexibles: acuerdos temporales, a plazo fijo, por proyecto o por temporada, con menores trabas de rescisión.
- Fomento al teletrabajo y modalidades híbridas con marcos claros de derechos y obligaciones.
- Plazos procesales más breves para disminuir costos y tiempos judiciales.
- Programas de primer empleo con contribuciones reducidas y capacitación para el empleo incremental.
- Fomentar la permanencia voluntaria en la actividad laboral de quienes están próximos a jubilarse, para que sigan aportando su experiencia y alivien la presión sobre un sistema previsional desfinanciado.
- Cláusulas de productividad y de revisión automática según la situación económica sectorial o de la compañía.
- Mejora del sistema de salud laboral y ART para reducir costos y litigios.
- Digitalización de trámites laborales para reducir burocracia, simplificar tiempos. Modelo de ventanilla única.
En conjunto, estas reformas buscan disminuir el costo de contratar, dar previsibilidad jurídica y facilitar la adaptación a los cambios tecnológicos, sin resignar derechos básicos del trabajador. La clave es combinarlas con políticas macroeconómicas estables (inflación baja, crédito accesible) para que el empleo formal vuelva a crecer de manera sostenida.
En síntesis
Este compromiso por la reforma laboral no es aislado: forma parte de la plataforma que compartimos entre Cambia Mendoza y La Libertad Avanza, una alianza que entiende que, sin reformas económicas de fondo, a nivel país, no habrá desarrollo posible.
Es un programa común que combina normas modernas (que funcionan en el mundo) con la promoción del empleo privado y que coloca a Mendoza como territorio pionero en políticas que hoy se transforman en bandera nacional.
El futuro no espera. El desafío está en nuestras manos: construir un país donde trabajar sea sinónimo de dignidad, pero a la vez también de productividad y de empresas y trabajadores que prosperan. Estas son parte de nuestras propuestas para una mejor Mendoza y un mejor país.