Análisis y opinión

El nuevo fracaso del "pongamos un freno a Alfredo Cornejo"

El reiterado objetivo de "bajarle el copete" o de darle "un tatequieto" a Alfredo Cornejo ya lleva una década de reveses

Como ya ocurrió en otras elecciones de la última década en Mendoza, nuevamente fracasó el "pongamos un freno" a Alfredo Cornejo". Este año se reiteraron los llamamientos de diversos partidos para cuestionar la figura del actual gobernador radical. Incluso cuando éste no estuvo al frente de la Gobernación (por ejemplo, durante la gestión del gobernador Rodolfo Suárez) la batalla fue contra Cornejo por la "influencia" o el "liderazgo" que ejercía como cabeza de Cambia Mendoza.

De los intentos para bajarle el copete a Cornejo, el más convocante (pero que terminó siendo el más evaporable) fue el proyecto políticamente multi target de Omar De Marchi que se agrupó en 2023 en La Unión Mendocina. Ese grupo perdió la elección provincial por 10 puntos pese a reunir a una mezcla de peronistas, territoriales. demócratas, gente del PRO y hasta radicales. Tan desatada fue la embestida de Omar De Marchi contra Cornejo que terminó desdibujando su propia oferta política. "Parece que sin largar se cansaron en partidas", dice un verso del Martín Fierro.

El reciente 26 de octubre mostró que tampoco ahora había prendido el objetivo de darle un "tatequieto" a Cornejo, un sentimiento que esta vez aparecía agravado por estar el mendocino asociado electoralmente con Javier Milei. Ninguno de estos dos "malos" de la política salió políticamente dañado.

Por el contrario, la coalición de Milei y Cornejo triunfó de manera contundente en Mendoza. Obtuvo el 53, 8% de los votos frente al peronismo que sacó el 25,3%. Más de 28 puntos de diferencia. A nivel nacional el libertario sacó el 41% de los votos cuando la mayoría de las encuestas daban empate o ganador al kirchnerismo.

stevanato felix uceda
El peronismo mendocino, deshielándose tras la glaciación kirchnerista, logró volver al segundo puesto con un ropaje más republicano.

El peronismo mendocino, deshielándose tras la glaciación kirchnerista, logró volver al segundo puesto con un ropaje más republicano.

Otro dato interesante fue que el peronismo mendocino, deshielándose tras la glaciación kirchnerista, logró volver al segundo puesto con un ropaje más republicano. Atrás quedó aquel famélico 14% de los comicios de 2023 que arrastró al PJ hasta el tercer lugar, muy cerca del cuarto.

Más allá de las valoraciones que cada uno tenga de Cornejo, un político complejo, áspero, personalista, es indudable que el gobernador ha exhibido coherencia respecto de lo que dijo desde que Milei ganó la Presidencia: había que respetar la voluntad popular y dar un apoyo crítico al nuevo gobierno libertario, sobre todo al saneamiento económico y a la lucha contra la inflación.

En el camino, las formas inusitadamente guarras de Milei y el desprecio de éste por la política institucional, generaron más de una vez dudas entre los radicales, lo que obligó a Cornejo a una constante tarea de convencimiento hacia propios y extraños para que no se rompieran lanzas sino para que se generara una "masa política" (de tono crítico cuando se necesitara) para acompañar al presidente.

Haciendo equilibrios políticos a diario, el gobernador mendocino decía haber entendido que éste seguía siendo el tiempo de Milei y por eso no aceptó el convite de otros gobernadores para integrar Provincias Unidas, algo que, viendo el pobrísimo rendimiento de esa tercera vía, ratifica su olfato político.

Toda vez que pudo insistió en remarcar su convencimiento de que no había forma de salvar al radicalismo de la provincia si no se gestaba una alianza con La Libertad Avanza. A nivel nacional Juntos por el Cambio se había desmoronado de forma bastante vergonzosa y las autoridades nacionales de la UCR mostraron solo desorientación. Además, la estrella del PRO ya no alumbraba y la Coalición Cívica estaba diluída. Por eso, en la visión de Cornejo, había que hacer algo productivo desde las provincias para mantener la UCR con vida.

javier milei y luis petri
Javier Milei y Luis Petri, quien calificó a Alfredo Cornejo como un

Javier Milei y Luis Petri, quien calificó a Alfredo Cornejo como un "gobernador enorme".

Cornejo ha vuelto a demostrar un particular nervio político para advertir de qué está hecho este momento de la historia argentina. Negarlo sería una torpeza.

Además, mantuvo su posición pactista pese a que en los últimos cinco meses se sucedieron turbulencias y cayeron rayos y centellas sobre el gobierno de Milei que generaron muchas dudas acerca del futuro de la gobernabilidad libertaria. Esas tormentas sirvieron para que el excéntrico Milei entendiera, a los golpes, que los presidentes no pueden gobernar solos. Esa "llave" es la que le ha abierto la puerta hacia los gobernadores (frente político interno) e incluso hacia Trump y Bessent (frente económico externo).

Milei ha quedado como el propietario de los votos, lo que le va permitir gobernar y sacar leyes. Y con un partido propio, La Libertad Avanza, que tiene presencia en todo el país, algo que parecía impensable cuando hace dos años le pusieron la banda presidencial. Después del 26 de octubre Milei ha quedado como número puesto para la reelección presidencial de 2027.

Resumiendo: con pragmatismo Cornejo maceró a fuego lento la coalición electoral que finalmente forjó con Milei. Eso le va a permitir mantenerse como figura dentro de las provincias y extenderlo más allá de su segunda gobernación. Otro de sus aciertos ha sido el de blindar una mayoría de diputados y senadores en la Legislatura provincial.

Hasta el ex radical Luis Petri, ya bautizado en las aguas del Jordán libertario, ha calificado a Cornejo, usando una adjetivación netamente mileísta, como "este gobernador enorme". No creemos que haya sido un chiste referido a la altura del sancarlino.