Este fue el 142.º aterrizaje exitoso del prototipo, desarrollado para "crear una nueva categoría de transporte y devolver al individuo la libertad originalmente atribuida a los coches", según comentó Klein.
Este modelo, que recuerda a los coches de James Bond, consta de dos asientos, pesa 1.100 kilos y puede llevar una carga adicional de 200 kilos por vuelo, según la compañía. Asimismo, es capaz de alcanzar en el aire los 200 kilómetros por hora y elevarse hasta 2,5 kilómetros de altura.
Dotado de un motor de gasolina de BMW de 1,6 litros, el AirCar tiene una autonomía de vuelo estimada de 1.000 kilómetros y consume 18 litros por hora. Según KleinVision, el desarrollo del prototipo tomó cerca de dos años y costó algo menos de 2 millones de euros (2,37 millones de dólares).
Para la compañía, ocupar siquiera una pequeña porción del mercado de avionetas y taxis aéreos sería un éxito. "Solo en EE.UU. hay unos 40.000 pedidos de aeronaves. Si el 5% cambian el avión por el auto volador tendremos un mercado enorme", relató Anton Rajac, asesor e inversor de KleinVision, citado por BBC.