El grupo de trabajo en Brasil de la vacuna de Oxford está siendo desarrollado por la Universidad Federal de Sao Paulo (Unifesp) y la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), principal centro laboratorial nacional.
Las autoridades indicaron que no se puede determinar si el médico recibía la vacuna o un placebo.
Según explicaron fuentes vinculadas al caso a la prensa local, el motivo es que los ensayos son doble-ciegos, es decir que ni los médicos ni los pacientes saben si lo que están tomando es vacuna o placebo.
Las fuentes indicaron que el médico trabajaba en una clínica privada de Río de Janeiro y que habría recibido la dosis a fin de julio.
El médico contrajo coronavirus Covid-19 en septiembre y falleció el 15 de octubre, tras lo cual Anvisa fue avisada este lunes.
La noticia llega en medio de un escándalo sobre otra vacuna que está siendo desarrollada en Fase 3 y con niveles de seguridad en al menos 9.000 voluntarios, la Coronavac de Sinovac Biotech.
El 35% de los voluntarios experimentaron reacciones leves, como dolor en el lugar de aplicación de la inyección o dolor de cabeza posterior.
El Ministerio de Salud aceptó este martes incluir la Coronavac en el programa de vacunación una vez aprobada por Anvisa, pero el presidente Bolsonaro, un aliado de Estados Unidos y particularmente del presidente Donald Trump, determinó el cese de la cooperación con el estado de San Pablo.
Sinovac hizo un acuerdo con el paulista Instituto Butantan, mayor fabricante público de vacuna de influenza del Hemisferio Sur, para desarrollar la Coronavac en Brasil.
El país también es escenario del desarrollo de la fase III de la vacuna rusa Sputnik V, pero según el Ministerio de Salud se encuentra por detrás en el desarrollo de la de AstraZeneca y de Sinovac.