El movimiento extremista Hamas indicó que el ataque con la camioneta buscaba proteger el sitio más sensible y sagrado de la ciudad: el complejo conocido como la Explanada de las Mezquitas para los musulmanes y como el Monte del Templo para los judíos.
Inyectó también renovado fervor religioso a una oleada de inestabilidad azuzada por un fracaso en los esfuerzos de paz y un incremento en la construcción de asentamientos judíos en el sector oriental de la ciudad.
La violencia se extendió a Cisjordania el miércoles más tarde cuando un automovilista palestino estrelló su vehículo contra un grupo de soldados, de los cuales resultaron lesionados tres, informaron las fuerzas armadas israelíes. Buscaban al conductor, el cual se dio a la fuga.
El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu atribuyó el ataque a la incitación del presidente palestino Mahmud Abás "y sus socios de Hamas".
"Nos encontramos en una larga batalla por Jerusalén. No tengo duda que ganaremos. Estamos desplegando todas las fuerzas necesarias para restaurar la calma y la seguridad en todas las partes de la ciudad, pero seguramente será una lucha prolongada", expresó el mandatario israelí.
"Hemos enviado varios mensajes a Israel, directa e indirectamente, para expresarles que Jerusalén es una línea roja (que no se debe cruzar)", dijo el canciller jordano Naser Judeh, quien denunció "continuas infracciones e incursiones, y detenciones de fieles que desean rezar libremente". Habló en una reunión en París con el secretario de Estado norteamericano John Kerry, quien dijo que conversaron sobre las tensiones en Jerusalén.
Kerry condenó lo que llamó "el ataque terrorista en Jerusalén", y agregó que "la confrontación en la mezquita de Al-Aqsa también es de especial preocupación".
"Los sitios sagrados no deberían convertirse en sitios de tensión, y es necesario que todas las partes tomen medidas concretas para disminuir las fricciones en esta situación", afirmó Kerry, al tiempo que hizo notar que Estados Unidos está en contacto tanto con Jordania como con Israel en torno al asunto, y espera que "todas las partes se retiren y reduzcan estas tensiones".
Stephane Dujarric, portavoz de la ONU, sostuvo que el organismo mundial "está sumamente consternado por la continua violencia y las tensiones que estamos viendo en Jerusalén", y añadió que el secretario general Ban Ki-moon condenó enfáticamente el ataque palestino contra los peatones.
Dujarric dijo que las continuas provocaciones y restricciones en los sitios sagrados "deben ser atenuadas inmediatamente".
En un comunicado, Nabil Abu Rdeneh, portavoz de Abás, también condenó las acciones policiales israelíes, pero no mencionó al ataque del conductor palestino.
En dicha agresión, la policía dijo que el conductor estrelló la camioneta primero contra los peatones que aguardaban a que el tren se detuviera. Luego dio marcha atrás, golpeando a varios coches en su camino. Después salió del vehículo y atacó con una barra de metal a civiles y policías que estaban a un lado del camino antes de ser muerto a balazos.
Fuente: AP.