En agosto nos vemos, la novela que el escritor colombiano Gabriel García Márquez corregía al momento de su muerte, ocurrida el jueves pasado, podría ser publicada como una obra póstuma.
Así lo informó Cristóbal Pera, director editorial del sello Penguin Random House y responsable de la obra del fallecido autor, quien habló de esa posibilidad, aunque aclaró que la palabra final la tiene la familia del autor de Cien años de soledad.
Por su parte, Claudio López Lamadrid, también perteneciente al sello editorial, explicó que la historia de la que Gabo habló por primera vez en 1999 no está acabada.
“No se editó nunca porque no llegó a terminarla. Está escrita en el 85 por ciento. El final es demasiado abierto y no llegó a concluirla. Creo que antes o después verá la luz. Se lo merece, pero como novela inacabada”, dijo López Lamadrid a una emisora de Barcelona (España)
En agosto... cuenta la historia de una mujer de la alta sociedad que va a visitar cada agosto un balneario en la costa de Colombia.
Inicialmente concebida para desdoblar en cuentos –publicó dos, uno en El País y otro en The New Yorker–, finalmente García Márquez decidió convertir la historia en una novela.
El relato está centrado en esta mujer que, según el texto publicado en 1999 en The New Yorker, se llama Ana Magdalena Bach, tiene 52 años, está felizmente casada y todos los años visita la tumba de su madre en una isla del Caribe, según describe el diario mexicano La Vanguardia, que además adelanta el que sería el primer capítulo del libro.
Durante 28 años, cada 16 de agosto la mujer cumple con el rito de arrodillarse frente a la tumba de su madre, sobre la que deposita un ramo de gladiolos, al tiempo que relata en voz alta las novedades familiares.
Ana reitera imperturbable esta ceremonia –incluye el alojamiento en la misma habitación del mismo hotel– hasta que en la noche de uno de esos 16 de agosto conoce a un hombre en el bar del albergue y la historia toma otra rumbo.
“Volvió a la isla el viernes 16 de agosto en el transbordador de las dos de la tarde. Llevaba una camisa de cuadros escoceses, pantalones de vaquero, zapatos sencillos de tacón bajo y sin medias, una
sombrilla de raso y, como único equipaje, un maletín de playa. En la fila de taxis del muelle fue directo a un modelo antiguo carcomido por el salitre”, reproduce el periódico mexicano.
“El chofer la recibió con un saludo de antiguo conocido y la llevó dando tumbos a través del pueblo indigente, con casas de bahareque y techos de palma, y calles de arenas blancas frente a un mar ardiente. Tuvo que hacer cabriolas para sortear los cerdos impávidos y a los niños desnudos, que lo burlaban con pases de toreros”, prosigue el texto.
Mientras los editores y la familia del escritor deliberan si la novela llega a manos de los lectores, las reediciones de sus obras permitirán saciar el interés de quienes aún no hayan leído sus textos más famosos, una iniciativa que estaba en marcha antes de su fallecimiento y que ahora adelantará una semana su llegada a las librerías. Serán publicadas a partir del lunes próximo.
Cien años de soledad, Crónica de una muerte anunciada, El amor en los tiempos del cólera, Relato de un náufrago, Memoria de mis putas tristes y sus memorias, Vivir para contarla, son los primeros títulos
que compondrán la colección Literatura Random House.