El nuevo programa atenderá los problemas señalados por el tribunal, dijo un funcionario de la agencia con la condición de no ser identificado en cumplimiento de las reglas del departamento. El tribunal dijo que el programa antártico produjo poca investigación y no explicó por qué tenía que matar tantas ballenas para el estudio.
La aprobación de la Comisión Ballenera Internacional no es obligatoria, pero probablemente todo intento japonés de reanudar la caza ballenera será blanco de un intenso escrutinio para determinar si cumple o no con el dictamen del tribunal.
Después de completar su cuota antártica de 440 ballenas durante 17 años, Japón duplicó con creces a 935 ballenas minke (rorcual enana) en 2005. Estuvo cerca del objetivo solo el año siguiente y a partir de entonces ha bajado, particularmente porque la demanda de carne de ballena se redujo significativamente en el país.
El gobierno también ha tenido que gastar fondos de los contribuyentes para mantener las operaciones balleneras. Las violentas protestas del grupo Sea Shepherd también contribuyeron a la declinación de la caza.
Durante la temporada 2013-2014, Japón cazó 251 ballenas en el Antártico, una cuarta parte de su meta, y otras 224 en el programa del Pacífico norte, que no es tan controversial. Japón también caza más de 160 ballenas en sus costas, fuera de la supervisión de la Comisión.
Fuente: AP.