El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva optó por continuar en la celda donde cumple una pena por corrupción hace más de un año, en vez de pasar al régimen semiabierto o domiciliario, beneficios a los que tiene derecho a partir de este lunes, informó su defensa.
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Lula (presidente en el periodo 2003-2010), encarcelado desde el 7 de abril de 2018, paga una sentencia de ocho años y diez meses en la sede la policía federal de Curitiba (sur).
El ex mandatario cumplió este lunes un sexto de su pena, por lo que la ley brasileña lo habilita a solicitar el pase a régimen semiabierto, que le permite trabajar durante el día y volver a su celda para dormir, o incluso al domiciliario, con el que podría regresar a su residencia en el interior de Sao Paulo, portando una tobillera electrónica.