Lugansk y Donetsk son dos provincias localizadas en el este de Ucrania, sobre la frontera con Rusia, de tradición rusoparlante que desde hace ocho años vienen combatiendo contra el gobierno de Ucrania para obtener su independencia luego de que fracasaran -por incumplimiento de Ucrania, según Rusia- los acuerdos de paz firmados en Minsk en 2014 y 2015.
Según la propia ONU, desde 2015 a la fecha ese enfrentamiento originó unos 14.000 muertos de ambos bandos.
"La infraestructura crítica de agua, electricidad y gas y las instalaciones de salud han sido destruidas, lo que ha dejado a los civiles sin acceso a servicios y suministros vitales", advirtió el portavoz en rueda de prensa.
Fuego cruzado
Al respecto, las autoridades prorrusas de Donetsk confirmaron que más de 500.000 personas quedaron sin agua potable, calefacción, suministro de gas y sin acceso a la comunicación móvil e internet a causa de ataques de las fuerzas ucranianas.
"Más de 500.000 habitantes se quedaron sin agua potable, comida caliente, calefacción, suministro de gas, línea de telefonía fija, así como sin comunicación móvil e internet", señaló un comunicado del Ministerio de Emergencias de la denominada República Popular de Donetsk (RPD).
La nota, recogida por la agencia de noticias Sputnik, precisa que las fuerzas armadas ucranianas "destruyeron parcialmente los edificios residenciales, la infraestructura social y los puentes en las carreteras locales entre los asentamientos".