Un sismo de 6.2 grados en la Escala de Richter sacudió Indonesia y dejó un saldo de al menos 34 muertos y cientos de heridos. Si bien el terremoto no fue potente en escala, sí fue muy superficial (apenas 10 km. de profundidad), lo que provocó grandes daños, edificios cayeron (incluyendo varios hoteles), pérdidas irreparables e imágenes impactantes.