Cifras récord de deportaciones múltiples
Las deportaciones de ICE representan solo una porción del total. El gobierno registró casi 350.000 deportaciones desde que Donald Trump asumió el cargo en enero, incluyendo repatriaciones realizadas por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y personas que optaron por auto-deportarse.
La CBP registró más de 132.000 deportaciones este año, mientras que se contabilizaron alrededor de 17.500 auto-deportaciones. Antes de que Trump asumiera el cargo, ICE ya había registrado aproximadamente 71.400 deportaciones entre octubre de 2024 y finales de diciembre.
Operaciones intensificadas en ciudades clave
La administración ha reclutado varias agencias federales para reforzar las operaciones de control migratorio, ejerciendo presencia especial en ciudades como Los Ángeles y Washington. Sin embargo, funcionarios privados de Trump expresan frustración porque los arrestos diarios fluctúan entre 1.000 y 2.000, por debajo del objetivo de 3.000 arrestos diarios.
"Ante un número histórico de órdenes judiciales emitidas por jueces activistas, el ICE, la CBP y la Guardia Costera han logrado un progreso histórico para cumplir la promesa del presidente Trump", declaró el alto funcionario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Inyección masiva de fondos para 2025-2029
El ICE se prepara para recibir una inyección masiva de fondos que lo convertirá en la fuerza policial mejor financiada del gobierno federal durante los próximos cuatro años. Solo ICE recibirá casi USD 75.000 millones hasta 2029, incluyendo USD 45.000 millones reservados específicamente para aumentar la capacidad de centros de detención migratoria.
Los USD 30.000 millones restantes se destinarán a aplicación de la ley y deportación, una ganancia extraordinaria para las operaciones que consisten en arrestar inmigrantes y trasladarlos a centros de detención.
Para la comunidad latina en Estados Unidos, estas cifras representan el mayor desafío migratorio en una década. Las familias latinas enfrentan una presión sin precedentes con campañas publicitarias multimillonarias del DHS que alientan a abandonar el país voluntariamente, mientras Donald Trump mantiene su meta de un millón de deportaciones anuales, convirtiendo la última semana de septiembre en crítica para alcanzar el récord histórico de 300.000 deportaciones por ICE.