El papa Francisco pasó el lunes parte de su jornada con sus parientes en Turín, entre ellos seis primos con sus familias, un encuentro que vivió “como un regreso a casa”, informó el Vaticano.
El papa viajó el domingo a Turín para rezar ante el Santo Sudario y celebrar una misa en la catedral de la capital del Piamonte, la tierra de sus abuelos paternos y de su padre.
Ayer celebró una misa privada con su familia y luego almorzó con unos 30 parientes en la sede de la diócesis.
“El Papa dijo que vivió ese momento como un regreso a casa. Era una costumbre que tenía desde la época que viajaba de Buenos Aires a Italia”, antes de ser elegido Papa.
El Papa decidió a última hora agregar el domingo a su programa una visita a la iglesia de Santa Teresa de Turín, en la que sus abuelos se casaron y su padre fue bautizado.