En total, la medida le costará 3.800 millones de euros a las arcas del Estado, aunque el primer ministro ha aseverado que este será capaz de absorber el nuevo gasto sin superar su objetivo de déficit de 5% para 2022.
En un principio, debido a los precios crecientes de los recursos energéticos, las autoridades de Francia pensaban congelar los precios hasta abril de 2022, pero luego se decidió extenderlo hasta fines del año próximo.
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Castex comentó que, según los expertos, los precios de gas irán bajando más lentamente de lo que se esperaba. "Por eso decidimos congelar los precios durante todo el año 2022", dijo el premier galo.
El "escudo tarifario" que esbozó prevé también limitar al 4% la próxima subida de la electricidad, que tendrá lugar en febrero, pese a que las estimaciones del gobierno eran de un aumento del 12% a principios de año.
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La semana pasada, la Asamblea Nacional también dio luz verde al pago de un "cheque energético" de 100 euros que el Gobierno prevé abonar en diciembre a otros seis millones de hogares con ingresos bajos, y al que ahora se une la "indemnización inflación" para un número de ciudadanos mucho más amplio.