Una novedosa y revolucionaria prótesis ocular logró devolver la visión a personas con ceguera irreversible a consecuencia de una atrofia geográfica. Esta afección es la última etapa de una forma de degeneración macular asociada a la edad (DMAE) que afecta a unas 5 millones de personas en el mundo.
Estudio científico: una nueva prótesis ocular le devuelve la visión a personas con ceguera irreversible
Con la colocación de un chip en el ojo y unos anteojos especiales lograron devolver la visión a pacientes con degeneración macular
Un equipo de científicos europeos y estadounidenses probó con éxito el producto de un dispositivo que tiene 20 años de desarrollo. El ensayo incluyó 32 pacientes de 17 centros hospitalarios de 5 países. Sus buenos resultados fueron publicados esta semana en la revista New England Journal of Medicine.
Los 32 pacientes, de más de 60 años, padecían la citada atrofia geográfica por degeneración macular, una afección asociada a la edad, hasta ahora incurable, que deteriora poco a poco la visión. Al momento del ensayo contaban solo con una visión periférica limitada.
Un año después de habérseles colocado el dispositivo, llamado Prima, 27 de los 32 participantes (el 84%) recuperó la capacidad de leer letras, números y palabras a través del ojo que había perdido la vista.
Recuperar la visión con un microchip fotovoltaico inalámbrico
El dispositivo Prima está compuesto por dos partes: un microchip inalámbrico que se implanta en la parte posterior del ojo y unas gafas de realidad aumentada.
El microchip es ultrafino, apenas mide 2 por 2 milímetros y tiene forma de tarjeta SIM. Se coloca en el ojo mediante un procedimiento llamado vitrectomía, por el cual se extrae el gel vítreo del ojo, situado entre el cristalino y la retina, y se inserta el chip bajo el centro de la retina del paciente.
Luego, una pequeña cámara, instalada en las gafas de realidad aumentada, captura imágenes del exterior y las proyecta en tiempo real, mediante luz infrarroja, en el microchip instalado en el ojo.
Como el chip es sensible a esa luz infrarroja proyectada desde las gafas, cumple las funciones de los fotorreceptores naturales que han sido dañados por la enfermedad.
Un gran avance es que el dispositivo es fotovoltaico, por lo que solo necesita luz para generar estímulos eléctricos. entonces no necesita alimentación externa como otras prótesis oculares previas, que requerían algún tipo de “cable” que saliera del ojo.
El diseño permite a los pacientes utilizar su visión periférica natural junto con la visión central, a través de la prótesis ocular, lo que les ayuda a orientarse y desplazarse con una mejora notable.
Daniel Palanker, investigador de oftalmología de la Universidad estadounidense de Stanford, señaló en un comunicado: “El hecho de que una persona vea simultáneamente con la visión protésica y la periférica es importante porque pueden fusionarlas y aprovechar al máximo la visión”, señala uno de los autores,
La visión se recupera en fases
Los pacientes de la prueba científica comenzaron a usar las gafas de realidad aumentada entre cuatro y cinco semanas después de la implantación del microchip en el ojo. No obstante, algunos pudieron distinguir los patrones de inmediato, la agudeza visual de la mayoría mejoró tras meses de entrenamiento, algo similar a otros implantes desarrollados para recuperar la audición.
De los 32 pacientes participantes en el ensayo de un año, 27 lograron leer y 26 mostraron una mejora clínicamente “muy significativa” en la agudeza visual, que se definió como la capacidad de leer al menos dos líneas adicionales en una tabla optométrica estándar.
Además, los participantes en el ensayo clínico alcanzaron una agudeza visual de hasta 20/42. Esta capacidad mejoró, de media, en 5 líneas, habiendo quien la recuperó en 12 líneas.
La mayoría de los participantes en la prueba científica usan la prótesis en su vida cotidiana para leer libros, etiquetas de alimentos o señales callejeras o de transporte público.
Otro dato que parece sacado de una película de ciencia ficción es que las gafas permiten ajustar el contraste y el brillo y cuentan con un zoom para ampliar hasta 12 veces. Según los autores, dos tercios de los participantes han expresado una satisfacción media-alta con el dispositivo.
Sin embargo, 19 de los 32 participantes experimentaron efectos secundarios, entre ellos hipertensión ocular, desgarros en la retina periférica y acumulación de sangre bajo de la retina, pero las contraindicaciones se solventaron en un máximo de dos meses y no pusieron en riesgo la vida del paciente, informan los autores.
Por ahora la visión solamente es en blanco y negro
De momento, Prima solo ofrece visión en blanco y negro, sin tonos intermedios. Pero los investigadores están desarrollando un software que permitirá distinguir toda la gama de tonos grises.
“El primer deseo de los participantes es leer, pero el siguiente es el reconocimiento facial, y para ello necesitamos un software que reconozca los tonos grises”, apuntaó Palanker.
Todo el equipo científico trabaj también en chips que ofrezcan una visión de mayor resolución, y en gafas con aspecto más elegante. Otro de sus objetivos es probar el dispositivo para otros tipos de ceguera causados por la pérdida de fotorreceptores.
Fuente: Agencia EFE





