Integrantes de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) de Chile convocaron este martes a una movilización durante el segundo intento de poner en marcha la prueba de acceso a la universidad (PSU), que tuvo que ser suspendida hace unas semanas por las protestas estudiantiles.

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La PSU estaba programada para principios de enero, pero tuvo que aplazarse parcialmente tras la ocupación que hicieron estudiantes de centros educativos intentando boicotear la realización de los exámenes, por lo que se realizarán de nuevo los próximos 28 y 29 de este mes.

La ACES convocó a las asambleas educativas a sumarse a las movilizaciones, así como al resto de los estudiantes e incluso a los examinadores que no estén de acuerdo con los procesos de acceso a la universidad.

La rebelión juvenil contra esta prueba es una protesta contra un modelo educativo "segregador" que alegaron que "favorece a quienes pertenecen a estratos socioeconómicos más altos".

"No vamos a dar un paso atrás", anunció la portavoz de la organización, Ayelén Salgado, quien agregó en una conferencia de prensa que "lo único que le interesa (al Gobierno) siempre es amedrentar y aplastar a los estudiantes que quieren un cambio en el país".

La semana pasada el Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional publicó el listado de los candidatos habilitados a llevar a cabo la prueba, que excluía a 86 alumnos que se movilizaron en el primer intento de realizar los exámenes.

Este hecho fue condenado por la Defensoría de la Niñez, un ente estatal pero independiente, que interpuso el lunes un recurso de protección por los jóvenes excluidos en el proceso con el objetivo de garantizar "la igualdad ante la ley y el derecho a la educación".

Además, los voceros de la organización estudiantil criticaron la presencia de Carabineros durante la realización de las pruebas y resaltaron que "ninguna fuerza del orden debe estar involucrada dentro de los procesos educativos" porque es "totalmente antipedagógico", consignó la agencia EFE.

Los jóvenes también fueron protagonistas de las protestas sociales que comenzaron el pasado 18 de octubre en Chile, que se movilizaron contra el alza de precio en los billetes del subte, hecho que resultó el detonante de la mayor crisis que vive el país en décadas.