El receptor del primer trasplante total de cara del mundo -cuya identidad no ha sidodesvelada para preservar su intimidad- es un joven que sufría deformidad severa en el rostrocausada por un traumatismo. Esa deformidad le
impedía respirar por la nariz y la boca, a la vez que le producía una grandificultad para deglutir y hablar. La intención de los facultativos, señala el diario español, es que "en unas semanas
empiece a hablar y a comer, y también a sonreír y a reír". Así lo ha detallado durante una rueda de prensa el jefe del Servicio de Cirugía Plástica y Quemados, el doctor Joan Pere Barret, que ha dirigido unequipo multidisciplinar del centro hospitalario barcelonés. El paciente, que ha recibido un traspalnte de toda a piel y músculos de la cara, la nariz,los labios, el maxilar superior, todos los dientes, el paladar, los huesos de los pómulos y lamandíbula, con la consiguiente cirugía plástica y microcirugía reparadora de los vasos sanguíneos,se encuentra ahora "bien y se recupera satisfactoriamente después de la operación", ha explicadoBarret. El hombre ya se ha visto a sí mismo y ha quedado satisfecho con su nueva cara. "Se vio cuandoél quiso y cuando los psicólogos aseguraron que ya estaba preparado. Había pasado una semana desdela operación, y reaccionó bien, quedándose tranquilo y satisfecho", explicó el coordinador de laintervención. "El joven, que
llevaba cinco años en esta situación, necesitará un mínimo de dos meses para serdado de alta, si bien los especialistas no han aportado una fecha concreta. A continuación, elpaciente proseguirá con su rehabilitación y, tras esta durísima fase, podrá llevar una vidaprácticamente igual a la de antes del accidente", cita el periódico. Con anterioridad a la intervención, el hombre fue sometido a un examen psicológico paragarantizar que estaba preparado para asimilar tanto los posibles riesgos como el hecho de versedespués con un aspecto diferente del suyo. El aspecto del paciente no tiene semejanzas con el del donante, cuya identidad tambiénquedará en el anonimato. Por el contrario, los familiares del receptor de la cara sí ven"similitudes entre sus rasgos antiguos y los de ahora", según señaló Barret.