David Sweat (35) estuvo a punto de lograrlo. Sólo dos kilómetros y medio lo separaban de la frontera con Canadá y de la tan ansiada (y amenazada) libertad que había conseguido tres semanas atrás, cuando protagonizó una espectacular fuga del penal de máxima seguridad del Estado de Nueva York, en Estados Unidos.Pero no lo consiguió: un sargento que realizaba un patrullaje de rutina por la localidad de Constable lo divisó cuando caminaba al costado de una ruta, lo persiguió y lo hirió de dos disparos. “La pesadilla por fin terminó”, dijo el gobernador Andrew Cuomo, al anunciar que elconvicto más buscado en su estado otra vez dormiría tras las rejas.
Tres semanas atrás había escapado con un cómplice de la prisión de Dannemora, en el estado de Nueva York. Estaba a dos kilómetros de la frontera de Canadá y era considerado muy peligroso.