El gobierno del presidente Donald Trump implementó una nueva estrategia en la frontera con México: pintar de negro el muro metálico para que eleve su temperatura bajo el sol y se vuelva más difícil de escalar. Con esta medida, la Casa Blanca pretende reducir la migración indocumentada, reforzando una de las promesas centrales de Trump desde que llegó a Washington.
La Casa Blanca ordenó pintar de negro el muro con México para aumentar la temperatura y dificultar cruces
La Casa Blanca impulsa nueva medida en la frontera con México: pintar el muro de negro para elevar la temperatura y frenar la migración
La Casa Blanca busca frenar cruces en la frontera con México
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, fue la encargada de anunciar el plan. Según explicó, el color negro absorbe más calor y hará que la estructura se caliente al punto de desalentar cualquier intento de cruce. “Es un muro demasiado alto, demasiado estrecho, y ahora tan caliente al tacto que nadie querrá escalarlo”, señaló en un mensaje publicado en X.
Trump busca que el muro sea símbolo de seguridad en Estados Unidos
Noem recorrió el área de Santa Teresa, en Nuevo México, donde detalló a los agentes fronterizos cómo funcionará esta nueva estrategia de la Casa Blanca. Además de dificultar la escalada, el cambio de pintura prolongará la vida útil del metal frente a la corrosión.
La funcionaria aclaró que esta decisión fue solicitada directamente por Donald Trump, quien considera que el muro debe convertirse en un símbolo de seguridad para Estados Unidos. “Es a la vez escudo y símbolo: un monumento al compromiso del presidente con la seguridad de los estadounidenses”, afirmó.
El proyecto de renovación y expansión del muro avanza a una velocidad de aproximadamente 800 metros por día, con fondos provenientes de la ley de presupuesto aprobada en julio. La Casa Blanca también destina recursos a tecnología de vigilancia, sensores, cámaras y mejoras en infraestructura a lo largo de la frontera suroeste.
Una frontera más vigilada entre México y Estados Unidos
Con esta estrategia, Trump reafirma su intención de controlar la inmigración indocumentada en la frontera con México. El muro pintado de negro no solo busca elevar la temperatura de las barras metálicas, sino también enviar un mensaje político claro: endurecer las condiciones de cruce para quienes intenten ingresar sin autorización a Estados Unidos.



