A pesar de las quejas de los usuarios, las uniones vecinales defienden la colocación de los reductores de velocidad.Hay un proyecto de ley para eliminarlas.

Vecinos versus conductores por el uso de las tachas

Por UNO

La gran polémica por la utilización de las tachas reductoras de velocidad no se detiene, y tras los pedidos de eliminación del diputado del Partido Intransigente Mario Vadillo, las comunas del Gran Mendoza defendieron su utilización. El argumento principal es que si bien existe una queja repetida de los usuarios, son el elemento más pedido en las reuniones vecinales. El único departamento que no las usa es Las Heras.

La sensación generalizada es que las tachas van ganando terreno en las calles mendocinas y que cada vez hay más. En cierta forma es así, ya que los municipios están apostando a su uso como política de seguridad para el tránsito.

"La Ley de Tránsito autoriza a los municipios a colocar elementos que permitan dar mayor seguridad, como pueden ser los reductores de velocidad. Van surgiendo necesidades, como por ejemplo las cercanías a las escuelas ubicadas en zonas de tránsito intenso, donde los conductores son desaprensivos a la cartelería que indica las velocidades máximas", expresó Hugo Garzón, subsecretario de Tránsito y Seguridad de Luján de Cuyo, en una declaración que coincide con la expresada por el resto de los municipios.

Sin embargo, y a pesar de la legitimidad otorgada por la Ley de Tránsito vigente desde finales de 2017, el principal motivo esgrimido por los representantes comunales es que en cada reunión que mantienen con grupos de vecinos lo primero que les piden es la colocación de tachas en sus barrios.

"Todos los vecinos en las reuniones que tenemos desde el punto de vista de la seguridad ciudadana nos solicitan la instalación de tachas", sumó Raúl Levrino, subsecretario de Seguridad Ciudadana de Capital, donde ya se han colocado unas 15.000 tachas desde el 2014, y se compraron otras 6.000 para ir haciendo el recambio de las que se rompen.

El departamento donde más se colocaron es Godoy Cruz, que desde 2012 viene comprando unas 5.000 nuevas por año, aunque muchas de esas se van usando para reponer las que se rompen.

"No es que hemos comprado más cantidad ni que hay una fiebre de tachas, siempre compramos la misma cantidad. De esas, hay tanto para reponer las que se van rompiendo y otras para las prioridades que se dan en función de los criterios que tenemos", aseguró Lisandro Delgado, director de Tránsito de la Comuna godoicruceña.

Como cada municipalidad comenzó en momentos diferentes a colocar las tachas, las inversiones ejecutadas son variadas, pero la realidad es que en la actualidad cada una cuesta entre $200 y $260, según el modelo elegido.

"El año pasado se colocaron alrededor de 11.000 tachas y en lo que va de este año llevamos colocadas unas 4.000 más. La inversión es importante, de más de $1 millón", informó Garzón.

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La colocación no es azarosa

Así como cada vez se ven más tachas, muchas veces la sensación (y la queja de los automovilistas) es que se colocan en lugares donde son innecesarias.

Esto también fue replicado por las comunas, que aseguran que antes de colocar una hilera de tachas realizan un estudio para saber si es la mejor alternativa para ese cruce de calles o encrucijadas.

"Tenemos muchos pedidos de uniones vecinales, que siempre pedimos que se hagan firmados por un buen número de personas para avalar la colocación. Una vez que está la nota, va un técnico especialista a analizar la problemática, que generalmente se da por la velocidad de los autos. Entonces depende de lo que surja y se pueden poner tachas u otros elementos", dijo Delgado.

En Luján y Capital también cuentan con equipos especializados en seguridad vial que evalúan los sitios donde es factible colocar las tachas sin producir efectos contrarios a los buscados.

"Se realizan estudios sobre el pedido que va haciendo la gente, que es una cantidad impresionante porque todo el mundo quiere tener tachas en la puerta de su casa", continuó Garzón.

Las Heras no las usa

El único municipio del Gran Mendoza que no incorporó las tachas fue el que conduce Daniel Orozco, a pesar de haberlo intentado sin éxito durante 2017.

"Nosotros en un momento sacamos una licitación que quedó desierta y luego no volvimos a llamar. Las tachas que se han colocado tienen que ver con lo previo a una bicisenda que cruza en el Parque de la Familia y que está en un cruce de calles, pero la verdad es que no tenemos obras de tachas previstas", dijo Francisco Lo Presti, secretario de Obras y Servicios Públicos de la Comuna lasherina.

De esta manera, las pocas que se pueden ver en Las Heras tienen que ver con compras de la gestión anterior, colocadas antes de diciembre del 2015.

El motivo más importante por el que todavía no están usando tachas es que por el momento están centrados en la recuperación de arterias que no están en buen estado.

"Lo que empezamos a hacer fue a mejorar la demarcación vial para que se vean bien las sendas peatonales, dónde están los cruces y los carriles. Nosotros estamos como en la previa, porque primero estamos asfaltando calles que hace 50 años que son de tierra", cerró Lo Presti.