El andinista de Mendoza Ulises Corvalán (45 años) se transformó en el segundo mendocino en subir el Macizo Vinson, la montaña más alta de la Antártida, de 4.892 metros de altitud y considerada de más difícil acceso que el Monte Everest en Asia. Realizó la travesía contratado como guía de montaña de Alejandra Ulehla (44), de Río Negro, quién se convirtió en la primera mujer argentina en alcanzar ese pico.
La expedición estuvo también acompañada por Tomás Ceppi (35), ex alumno de Corvalán, que trabajó como guía para Silvia Lavado (41), de nacionalidad peruana, mujer que con esta hazaña también hizo historia, ya que se transformó en la primera de su país en llegar hasta la cima de una de las montañas más heladas de la Tierra. El ascenso se produjo el 30 de diciembre pasado, tras doce días de viaje.
Heber Orona, el notable conquistador de cumbres fue el primer mendocino en realizar esta proeza. El andinista tuvo que pasar por la Antártida para poder escalar la cumbre más importante de cada uno de los continentes y completar así la Seven Summit (las 7 cumbres). La misma epopeya que aspira cumplir la mujer rionegrina que contactó a Corvalán para adentrarse en la Antártida.
Itinerario y anécdotas
La arriesgada aventura comenzó el 19 de diciembre pasado. Ese día la firma ALE (Antártica Logistic & Expedition), única empresa privada autorizada a operar en este sector del continente de hielo, realizó un vuelo desde Punta Arenas, en Chile, hasta la Antártida y dejó a los cuatro exploradores en una base a 19 kilómetros del Vinson. Desde esa posición, los andinistas volaron a una segunda base más alejada aún.
"A diferencia de otras montañas en esta zona se vive una situación de total aislamiento y soledad. Es muy poca la gente que anualmente visita esta cumbre y realmente durante nuestro ascenso estuvimos solos", explicó Corvalán mientras terminaba de armar los bolsos para hacer temporada en el Aconcagua. "El factor climático es otra de las dificultades a tener en cuenta", destacó.
Según contó el montañista en la Antártida durante diciembre y enero la temperatura puede llegar a los 40 grados bajo cero y tuvieron que ser muy pacientes y saber esperar para encontrar el momento justo y avanzar hasta la cima, sin morir congelados en el intento. "Estuvimos seis días sin movernos de la base hasta encontrar el tiempo ideal y arrancar la marcha", contó Corvalán.
Escalar a través de nieve, hielo y ráfagas de viento helado complicó el trabajo de los andinistas que tuvieron que trasladar 40 kilogramos por persona de provisiones para lograr el objetivo. En el camino se cruzaron con 19 soldados del Ejército Argentino que llegaban desde distintos puntos del país para reemplazar a sus compañeros de la Base Belgrano 2 durante 14 meses.
Recibieron de los uniformados una bandera argentina con el dibujo de las Islas Malvinas para que se tomaran una foto desde la cumbre. "Cuando los soldados y tenientes nos vieron se emocionaron ya que no están acostumbrados a recibir visitas. Nos dieron las banderas porque ellos nunca han llegado hasta la cima y lamentan que no haya presupuesto para poder hacer esa exploración" describió Corvalán.
Llegaron hasta el pico del Vinson el 30 de diciembre sin mayores dificultades y sorteando un camino que proponía muchas posibilidades de ser arrastrados por grietas del terreno. "Las empresa extranjeras están buscando a los guías argentinos para realizar trabajos difíciles de expedición en todo el mundo. Estamos compitiendo a nivel internacional y eso es muy bueno", concluyó el andinista satisfecho de su trabajo.
"Las empresas extranjeras están buscando a los guías argentinos para realizar trabajos difíciles por todo el mundo. Estamos compitiendo a nivel internacional. Es muy poca la gente que anualmente visita esta cumbre y realmente durante nuestro ascenso estuvimos solos" (Ulises Corvalán, guía mendocino de alta montaña).
Su trayectoria
Desde 1998 Ulises Corvalán se desempeña como docente e instructor en la Escuela Provincial de Guías de Alta Montaña y Trekking Coronel Valentín Ugarte. Acompaña a la escuela desde sus comienzos, primero como alumno y ahora como profesor, a través de la experiencia de haber transitado el mundo y con fuertes deseos de contagiar su pasión por el oficio de montañista.
Corvalán cuenta con una extensa carrera como andinista, con más de 15 años conquistando los picos más altos del planeta. También ha participado en más de 20 expediciones internacionales. En su página web manifiesta que recorre estos lugares con amigos, clientes y todo aquel que quiera compartir la experiencia única que brindan las montañas.
Algunos de los lugares que ya visitó son: Perú, Bolivia, Kenia, Tanzania, Antártida, Himalaya, Alaska, el Noroeste Argentino, Ushuaia, la Patagonia y Chile. En el 2014 formó parte de uno de los campamentos base del Monte Everest en el momento en que ocurrió el alud que se cobró la vida de 14 sherpas nepalíes, dejó ocho heridos y cinco desaparecidos. "No hay respuesta posible cuando me preguntan por qué ir a tal o a cual lugar. Se siente y nada más. Mi gran deseo es poder hacer realidad los sueños de mucha otra gente que espera ansiosa su oportunidad", reza su blog.
"Me gusta sentir a la naturaleza en toda su expresión. Es una de las fuerzas que me impulsa a seguir viviendo", describe el guía de montaña.