El proyecto quedó abandonado en 2011, hasta que este año se retomaron los trabajos. Se disminuirá al hacinamiento.

Planean abrir la cárcel federal en cuatro meses

Por UNO

Tras varios años paralizada, comienza a tomar forma la obra que concretará la realización de la cárcel federal de Mendoza. El proyecto tiene un valor cercano a los 1.000 millones de pesos y se estima que a fines de junio se abrirá para recibir a los primeros internos. La culminación será a mediados del 2019 y aseguran que disminuirá el hacinamiento en los penales provinciales.

En las primeras semanas de este año se retomaron los trabajos en la zona de Cacheuta, Luján, en donde se erigirá el Centro de Detención Federal Cuyo. Las labores estuvieron frenadas desde el 2011 por problemas con los contratistas de entonces, lo que ocasionó que en todos estos años quedara en el olvido. Sin embargo, durante el 2017 el Gobierno gestionó ante la Nación y logró que se reactivara.

El compromiso fue que se mandarían los fondos nacionales y aquí se trabajaría para la concreción. En diciembre pasado se anunció que la UTE (unión transitoria de empresas) formada por Ceosa y OHA había ganado la licitación para afrontar la construcción.

"Se retomaron los trabajos hace unos 35 días, gracias al empuje de la Provincia. La Nación aporta fondos y el Gobierno de Mendoza se comprometió a la licitación y a la ejecución", explicó Daniel Chicahuala, subsecretario de Infraestructura.

"El proyecto total es de 18 meses y estimamos que si no hay contratiempos, a fines de junio tendríamos listos los primeros pabellones para ya alojar internos. Eso está plasmado en el contrato", precisó el funcionario.

Los presos que serán ubicados en este nuevo penal son los condenados y procesados por delitos federales como la infracción a la Ley de Estupefacientes, lesa humanidad, contrabando, secuestros extorsivos y trata de personas, entre otros. Todas las personas que hoy están involucradas en este tipo de causas se encuentran viviendo en las cárceles provinciales, generando una superpoblación y sin que se respeten las condiciones de estadía de los detenidos.

"Es lamentable que se haya olvidado que había internos y no existía dónde meterlos. Esto es parte de la sociedad y hay que hacerle frente. Los condenados federales les están quitando lugar a los provinciales, y hay que mejorarles las condiciones a todos ampliando la capacidad de alojamiento", agregó Chicahuala.

Parte del proyecto de la cárcel federal es también poder albergar a presos por otros delitos que no son de su ámbito (homicidios, robos, abusos, por mencionar algunos), con la finalidad de descomprimir las penitenciarías en Boulogne Sur Mer, San Felipe y Almafuerte. "Si hay plazas disponibles, vamos a poder llevar a condenados provinciales. Depende de la capacidad. Estamos ante una obra grande", cerró el responsable de Infraestructura.

-Importante monto. El total de la obra demandará un gasto de $963.242.892, que serán enviados desde el Gobierno nacional para que la Provincia lo ejecute.

-Para mediados de 2019. La nueva penitenciaría quedaría inaugurada en su totalidad el año que viene. Está proyectada para realizarse en 18 meses.

Quedarán tres penales en Cacheuta

Esta cárcel federal se construirá en Cacheuta, Luján, a unos 800 metros de donde está proyectado el penal Almafuerte 2. Precisamente, se ubica a pocos kilómetros de Luján de Cuyo y a 35 de la capital de Mendoza. La Ruta Provincial 84 servirá de acceso pavimentado al complejo.

El terreno es de 50 hectáreas que fueron donadas por Mendoza y serán 32.000 metros cuadrados de superficie bruta para distribuir los sectores.

Así, en un futuro quedarán tres complejos carcelarios en la zona de Cacheuta: Almafuerte 1 -considerado el de presos más peligrosos de Mendoza- Almafuerte 2 y la cárcel federal.

El complejo tendrá lugar para alojar a 950 internos

Cuando la obra quede finalizada, 950 reclusos acusados por delitos federales podrán ser insertados en el complejo. Son 550 plazas para hombres y las restantes para mujeres.

De acuerdo con las normas nacionales e internacionales exigidas en los centros de detenciones, se alojará de forma diferenciada a procesados y condenados, varones y mujeres, madres y quienes cumplan penas y estén transitando el período de semilibertad.

La estructura del lugar estará conformada por celdas unipersonales. Es decir que los detenidos no compartirán en ningún caso los calabozos.

También están previstos sectores destinados a la educación, al trabajo, la recreación deportiva y cultural, asistencia espiritual y la posibilidad de realización de talleres de capacitación de distintas especialidades.

Mejoras en centros de detención

Además de las grandes obras en cárceles, entre la Subsecretaría de Infraestructura y el Sistema Penitenciario están trabajando en diversas mejoras.

Ya están finalizadas las obras de los separadores de pabellones en San Felipe y la construcción de oficinas para magistrados en Boulogne Sur Mer. Además, la ampliación de la Unidad Penal N°3 de mujeres en El Borbollón está en proceso constructivo con un avance del 60 por ciento.

Recientemente licitada y en evaluación de las propuestas técnico económicas se ubica la construcción de la Colonia Penal Sixto Segura, en San Rafael, con una inversión de $55 millones.

En el Valle de Uco se están ejecutando refacciones en la Alcaidía de Tunuyán con un presupuesto de $24 millones, lo que permitirá albergar a 50 internos en forma transitoria que hayan sido imputados principalmente por delitos relacionados con violencia de género.