Sólo en enero precipitó la misma cantidad de agua que se necesita para completar el volumen de casi cuatro diques como Potrerillos. El fenómeno de El Niño lo explica todo.

Mendoza atraviesa el verano más lluvioso y húmedo de las últimas tres décadas

Por UNO

Estamos frente al verano más lluvioso y húmedo de las últimas tres décadas en Mendoza. De 72 días -desde el 21 de diciembre hasta el 10 de febrero- han llovido 28 en toda Mendoza, según información del Servicio Meteorológico Nacional (SMN).

Asimismo, las mediciones de las distintas estaciones señalan que desde que comenzó la temporada estival han precipitado unos 466 milímetros de agua.

La presencia del fenómeno climático de El Niño, que se produce cuando el agua superficial del océano Pacífico ecuatorial se calienta más de lo normal, explica este escenario meteorológico. Según especialistas, desde hace varios veranos no se daba un proceso similar en Mendoza, que atraviesa un contexto marcado por una crisis hídrica declarada en el 2011.

Sólo en enero cayeron unos 385 milímetros de agua en todos los departamentos. En el Gran Mendoza la cifra fue de 106 milímetros. En esta zona hubo desde que comenzó el verano 13 días con tormentas. Considerando que el promedio histórico de los últimos 30 años para esta superficie es de 36 milímetros, ha llovido 70 milímetros más.

Traducido en porcentajes significa que precipitó 294% más, o tres veces por encima de lo que habitualmente suele llover para esta época del año, caracterizada por reunir el mayor caudal de agua de todo el año.

Para el área metropolitana, el promedio anual de precipitaciones es de 189,7 milímetros y en enero ya llovió más de la mitad de este total, es decir 56% más.

En diciembre el panorama fue similar. Sólo desde el 21 y hasta el 31 de ese mes hubo en todo Mendoza cinco grandes tormentas que fueron suficientes para acumular grandes caudales de agua. En ese período los registros indican que se juntaron 49 milímetros de agua. En febrero en 10 días se sumaron 32 milímetros y aún queda medio mes por delante.

Para entender mejor

El meteorólogo Nilo González explicó que para medir la cantidad de lluvias los técnicos del SMN utilizan un instrumento denominado pluviómetro que recoge el agua y expresa los resultados en milímetros de altura. Teniendo en cuenta los datos suministrados por este aparato se puede conocer la cantidad de litros de agua que cayeron por metro cuadrado.

Siguiendo esta ecuación, en enero se registraron 106 litros por metro cuadrado en el Gran Mendoza. Comparando esta cifra con la superficie de los seis departamentos se obtiene que precipitaron en esta región 1.580.142 decámetros cúbicos. Si la capacidad del dique Potrerillos es de 420.000 decámetros cúbicos, la precipitación total caída es de 3,76 veces la capacidad de la represa mendocina.

Lo que la lluvia, el barro y los aludes se llevó

Producto del mal tiempo y las intensas lluvias, un caudal de barro, sedimentos y grandes rocas impidió la circulación en la ruta 7 y dejó varadas a más de 3.500 personas durante la medianoche del sábado 23 de enero. Los mayores inconvenientes se produjeron a la altura de Horcones, entre las localidades de Picheuta y Polvaredas. Uno de los aludes tenía cerca de 800 metros de diámetro. Se realizaron trabajos durante cinco días para liberar totalmente la ruta y dejarla transitable.

El lunes 1 de febrero un alud en alta montaña desmoronó el puente sobre el arroyo El Tigre en el kilómetro 1.126 y la ruta 7 quedó inhabilitada para circular. La primera solución que encontró Vialidad nacional fue inaugurar un by pass de una sola mano, lo que demoró el fluido vehicular, ya que debía cortarse cada media hora para dar paso alternativamente a cada vía.

Más tarde, se colocó un puente Bailey para asegurar la fluidez del tránsito hasta las obras que se necesitan para reconstruir la ruta.

Temas relacionados: