El PJ mostró este martes sus diferencias internas a pleno en la Cámara de Senadores. Mientras Cambia Mendoza observaba y el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT) denunciaba irregularidades, finamente las leyes de Avalúo e Impositiva se votaron casi por mayoría.Por esas particularidades que tiene la política, en la sesión de tablas de este martes, y a pesar de que el objetivo era debatir y votar las leyes de Avalúo Fiscal e Impositiva del Ejecutivo, esto pasó a segundo plano y las desavenencias estuvieron a la orden del día. Peleas entre partidos, chicanas dentro del mismo bloque y fuego cruzado entre el FIT y todos los senadores. Así se desarrolló una discusión que fue perdiendo el norte hasta dejarlo totalmente desdibujado en el horizonte.
Si bien las leyes fueron aprobadas casi por la mayoría de los presentes, la interna del PJ quedó plenamente al descubierto, mostrando un peronismo atomizado por las diferencias y huérfanos de líder.
Una división anunciada
Los que gustan de la política saben que hay fenómenos que religiosamente suceden, aunque se trate de evitarlos. Uno de los más invariables es lo peligroso que se vuelve el peronismo con la falta de un líder que aglutine a la tropa y lleve la batuta. Pues bien, el año pasado fue devastador en ese sentido. Y es que a la sucesión de derrotas obtenidas en las PASO y las generales se les sumó la muerte de Juan Carlos Mazzón, que falleció en agosto, el operador kirchnerista y autor de las últimas fórmulas con las que el PJ ganó las elecciones.
El show de los divididos comenzó el lunes en Diputados, donde los legisladores que les responden a los intendentes les dieron el sí a las leyes y sus modificaciones, mientras los que juegan de líberos -lo que quedó de la Corriente Peronista, La Cámpora y algunos relegados paquistas- votaron en contra del paquete de leyes impositivas y ayer siguió.
Si bien no le movía la aguja a la votación, el senador kirchnerista Luis Böhm y el referente de Alejandro Abraham, Gustavo Arenas, decidieron votar en forma negativa y asentar públicamente sus motivaciones. En el caso de Böhm, hizo algunas declaraciones polémicas y sorprendentes. Una de ellas fue que no iba a aprobar las leyes no porque estuviera definitivamente en desacuerdo con ellas sino porque "el ex ministro de Hacienda -hoy compañero de bancada en el Senado- Juan Gantus, no le había pagado el sueldo".
También dijo que cuando concurrió a un piquete en Las Heras "por 600 trabajadores a los que se les dio de baja el contrato el viernes pasado, uno de los requisitos de gente de la actual gestión para reincorporar a los trabajadores era que se votara a favor de las leyes presentadas. Me huele a que me están amenazando, y no lo voy a permitir. Por eso también mi voto es en contra de los proyectos".
Otros peronistas demostraron posturas más flexibles. Fue el caso del ex presidente provisional del Senado Eduardo Bauzá, y de los azules Quito Benegas y Olga Bianchinelli, entre otros.
Mientras éstos se peleaban -Arenas hasta lo acusó a Bauzá de "mirarlo mal" y burlarse de él- los radicales observaban distantes, pero evidentemente complacidos.
La negativa de la izquierda
Pero el blanco de las críticas fue la actitud del bloque de Noelia Barbeito y Víctor Da Vila (FIT), que se opusieron sistemáticamente tanto a las leyes como al permiso de cobro del 3% de Ingresos Brutos a la actividad petrolera. "Nos parece una estafa a los mendocinos, mientras un quiosquero o un profesor paga mucho más que esto", coincidieron.
Mayor fue el enojo con Da Vila, cuando dijo que la Legislatura se está convirtiendo en una escribanía donde certificar las decisiones de (Alfredo) Cornejo", dijo el legislador, y encendió la pólvora. Inmediatamente más de uno le pidió pruebas y que se dirigiera a la Justicia a denunciar.
Visiblemente ofuscada, Olga Bianchinelli les espetó: "Me molesta y me aburre esta argumentación. Al PJ le tocó perder y seguramente muy merecido lo tiene".
"No seremos nosotros los que le pondremos palos en la rueda al gobernador", añadió la maipucina del sector de Alejandro Bermejo.
En tanto, Eduardo Bauzá recalcó: "Ahora que Cornejo tiene las leyes, que se dedique a gobernar. No hay tiempo para críticas, hay que gestionar para adelante".
Qué se aprobó
Básicamente, el Avalúo Fiscal 2016 contempla un aumento del 25% sobre el valor del cálculo del año anterior. Según dijo el senador Jorge Palero (FPV), equivale al porcentaje de la inflación 2015.
En cuanto a Impositiva, se incrementó el impuesto a los vehículos cero kilómetro. Lo que cambió fue el cálculo: se subió el porcentaje de la alícuota del 4% al 8%, se calcula sobre la comisión que cobra la concesionaria, no sobre el valor del vehículo. Además, también creció el porcentaje a cobrar sobre el Impuesto a los Sellos de un cero kilómetro: pasó de 1,5% a 3%.
También aumentó el impuesto a los sellos inmobiliarios: antes se calculaba como el doble del Avalúo y hoy es el triple.
Votos negativos
En cuanto a la totalidad de los puntos de la ley, votaron en contra Luis Böhm (sector kirchnerista ligado a La Cámpora), Gustavo Arenas (responde al legislador nacional Alejandro Abraham) y el malargüino Juan Antonio Agulles (ex intendente).
También lo hicieron Noelia Barbeito y Víctor Da Vila, del FIT.
Mientras, el resto del bloque justicialista votó a favor en general ambos proyectos, y en particular estuvo en desacuerdo con tres puntos de la Ley de Impuestos: el artículo 1 del capítulo 2 (incremento en el Inmobiliario), artículo 6 del capítulo 3 (incremento del Automotor) y artículo 7 del capítulo 4 (incremento en los Sellos).
Próxima estación: presupuesto
Ayer la Comisión de Hacienda de Diputados estuvo reunida toda la mañana en el Salón Azul de la Legislatura. Esto porque intentan afinar el lápiz para poder votar la pauta hoy, en la sesión de tablas. Aún no se sabe si se podrá aprobar. Pero la idea es que este viernes se vote en el Senado.
Para acelerar los tiempos, ambas cámaras ya pidieron sesiones especiales para tratar la pauta: Diputados mañana y el Senado, el viernes. Habrá que ver si los tiempos son suficientes para que se apruebe la pauta de gastos con la que Cornejo deberá encarar su gestión.
