"Hace ya tres semanas que comencé a trabajar. Me gusta enseñar boxeo, y es algo que ya hice cuando estuve en Chile, y también en San Luis. Tengo inscriptas 42 chicas, ya que no me permiten entrenar varones, aunque hay muchos interesados, y las clases las doy de lunes a viernes, de 15 a 16. Estoy contenta de poder dar las clases ahora sola, ya que no todos tenemos la misma enseñanza. Yo cuido más a la persona, y hay otros entrenadores que piensan en salir y ser lo que nunca fueron", explicó el Bombón Asesino.
Respecto al convenio que firmó con el promotor Mario Arano, para volver a pelear, sabe que aún no está lista, no se ha alimentado como debería una deportista, y dijo: "Ahora estoy enfocada en enseñar boxeo, por ahora no pienso en volver a combatir, hasta que no esté mejor económicamente. Mi cuerpo ya no es el mismo de antes, y no puedo estar una semana sin comer pensando en que voy a rendir igual. Hacer una dieta completa para estar fuerte y entrenar por ahora está fuera de mi alcance económico. No me siento lista", confesó la sanmartiniana.
Hay un factor que no ha cambiado desde aquella época en que la Marcos convocaba a más de 30 mil personas en sus peleas mundialistas, y es el cariño de la gente. "Sí, es muy lindo ver cómo la gente me muestra su cariño. Cuando comencé a dar las clases, eran muchas las mujeres que vinieron, y sacamos una foto hermosa, aunque me costó un reto del director de Deportes, por estar amontonados pese a estar en pandemia. Menos mal que no pasó nada", contó risueña la mendocina.
Consultada sobre si sueña con sacar como entrenadora a alguna campeona, Yésica demostró que quiere ir paso a paso en esta nueva función. "Por ahora no pienso en eso. Quiero enfocarme en que bajen de peso, que se sientan bien, agarren fuerza, ya que son chicas que nunca han practicado boxeo. Todavía no miro a ninguna en particular, miro a todo el grupo en general, y están en una etapa inicial, aprendiendo a tirar golpes y eso, es muy prematuro todo".
Respecto a su situación, cuando ella retornó a Mendoza y consiguió un pedacito de terreno en casa de su hermano, donde pudo levantar una precaria pieza, la cosa no ha cambiado mucho y las comodidades escasean. "Yo necesito materiales para poder levantar una casita donde mi hermano me prestó un terreno. Lo poco que cobro no me alcanza para nada, apenas para vivir", concluyó la boxeadora, que ahora comenzó a transitar otra faceta del pugilismo, el de la enseñanza, cuando volcará lo aprendido con los entrenadores Roberto Martínez, luego Cristian Etem, y finalmente Martín Díaz. "Quien me dejó mejor enseñanzas fue mi padrino, Cristian Etem", concluyó Yésica Marcos.
El apoyo de la gente del boxeo
Enterados de la necesidad de equipar el gimnasio donde enseña boxeo Yésica Marcos, de inmediato y sin dudarlo la gente del boxeo ofreció su apoyo en forma desinteresada. Pablo Chacón se contactó con el técnico sancarlino Gustavo Gambetita Latorre, quien también es tapicero y fabrica bolsas de boxeo (puching bag) y ambos le donarán dos de estos elementos. También el ex medallista olímpico y campeón mundial pluma prometió "buscar guantes y guantines que tengo en el gimnasio y otros elementos (cabezales, vendas, etcétera) para que las chicas alumnas de Yésica puedan aprender boxeo".