Mala praxis en Mendoza

Pidieron 18 años de prisión para el cirujano estético Carlos Arzuza por la muerte de una paciente

El médico será condenado bajo la figura de homicidio simple tras haber operado en una clínica clandestina a Beatriz Gattari (48), quien falleció días después. También causó una estafa con medicamentos a OSEP

La muerte de Isabel Beatriz Gattari (48) fue un homicidio simple. Así lo resolvió la Suprema Corte de Justicia la investigación por mala praxis que puso en la lupa al médico mendocino Carlos Arzuza (54). Sólo resta saber cuántos años de prisión recibirá el cirujano estético por quitarle la vida a su paciente tras una operación que se realizó a fines de 2016. Este miércoles comenzó a debatirse la nueva pena contra el galeno.

A mediados de 2019, Arzuza fue encontrado culpable de haber causado el fallecimiento de Betty Gattari, una mujer a quien le había practicado una liposucción y le implantó glúteos en su clínica clandestina ubicada en pleno centro de Mendoza -ver más abajo-.

En ese juicio, el Tribunal calificó el hecho como un homicidio culposo, es decir un hecho de negligencia, y lo sentenció a 4 años de prisión. En la pena se contempló también que estafó a OSEP con recetas falsas durante 2 años para obtener un analgésico derivado del opio, droga a la cual era adicto.

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La fiscal Claudia Ríos pidió este miércoles que la pena para el cirujano Arzuza sea de 18 años.

La fiscal Claudia Ríos pidió este miércoles que la pena para el cirujano Arzuza sea de 18 años.

La fiscal de Homicidios Claudia Ríos apeló el fallo ya que consideró que la muerte de Gattari fue un homicidio simple con dolo eventual. Esta plataforma teórica considera que el médico sabía que al momento de operar lo estaba haciendo sin las condiciones necesarias, conociendo el peligro letal para la víctima y de igual forma continuó con su accionar. El abogado defensor Martín Ríos también presentó un recurso para que absuelvan a su cliente argumentando que no se demostró una relación directa entre el fallecimiento de la paciente y la intervención estética.

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El expediente cayó en manos de la Suprema Corte de Justicia que el 16 de junio de 2020 le dio la derecha a la Fiscalía. Los ministros Mario Adaro, José Valerio y Omar Palermo consideraron que Carlos Arzuza "cometió diversos comportamientos contrarios a los parámetros que, según los profesionales médicos que declararon en el juicio, son de un carácter grave". Entre estas irregularidades destacaron que la operación se realizó en una clínica clandestina que no tenía el quirófano habilitado y si un equipo de apoyo de profesionales, que el médico no tenía la especialización requeria, que realizó tres cirugías al mismo tiempo y que no tomó los recaudos previos y posteriores a la intervención.

La Corte cambió la calificación del hecho a homicidio simple con dolo eventual y fraude en perjuicio de la administración pública. Luego devolvió la causa a la primera instancia sólamente para que se defina la cantidad de años de cárcel, que va desde los 8 hasta los 31 años.

Este miércoles se realizó una audiencia donde la fiscal Ríos pidió que la pena sea de 18 años. En tanto que el abogado defensor pidió el mínimo de 8 años de cárcel. Sea cuál sea la resolución de la jueza Laura Guajardo, hay que tener en cuenta que la sentencia se deberá unificar con una condena anterior a 4 años y medio de cárcel que tiene el cirujano Carlos Arzuza por la muerta del empresario Roberto del Barco a quien operó en julio de 2013. En caso de que el Tribunal -Laura Guajardo, Mateo Bermejo y Belén Renna- decida una pena cercana a la que reclamó la defensa, el médico podría recuperar su libertad en forma condicional ya que lleva casi 6 años alojado en la penitenciaría.

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Beatriz Gatarri murió tras haber sido operada por el cirujano Carlos Arzuza.

Beatriz Gatarri murió tras haber sido operada por el cirujano Carlos Arzuza.

Mala praxis en el caso Carlos Arzuza

Carlos Arzuza era un cirujano plástico que atendía y operaba en una clínica ubicada en calle Alem al 388, a metros del Hospital Central. El lugar no tenía la habilitación correspondiente, pero ese dato surgió después de diciembre de 2016. El segundo día de ese mes, su paciente Betty Gattari llegó a la propiedad para someterse a una liposucción lumbar, una demolipectomía y una colocación de implantes glúteo.

A las pocas horas fue dada de alta y volvió a su domicilio ubicado en calle Urquiza de Guaymallén. Su estado de salud comenzó a desmejorar, principalmente con fuertes dolores. Arzuza la visitó cinco días después de la operación para suministrarle analgésicos. Pero minutos después, la mujer falleció a causa de un trombo embolismo pulmonar.

Dos días después del fallecimiento, la fiscal Ríos lideró un allanamiento en la clínica clandestina. Se encontró con una escena bizarra: Arzuza se estaba sometiendo a sí mismo a una operación para suturar algunas heridas tras un alargamiento de pene. En el lugar también estaba su pareja, Laura Dutta, quien también terminaría imputada pero terminó absuelta en el juicio. Ambos estaban drogados aparentemente con opio. El lugar denostaba las malas condiciones. Hasta habían unas empanadas dentro del horno que se utiliza para esterilizar los insturmentos quirúrgicos.

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Arzuza también fue juzgado y condenado por la muerte de Roberto Del Barco, un empresario que el 15 de julio de 2013 se sometió a una liposucción en la Clínica Excéllar pero murió cuando le pusieron la anestesia sin la presencia de algún anestesista.

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