Dolor, impotencia y frustración es lo que expresaron las víctimas del Instituto Próvolo luego de escuchar la sentencia que absolvió a la monja Kumiko Kosaka.
Mucho dolor se sintió en las víctimas y sobrevivientes de abuso sexuales sufridos en el Instituto Próvolo al escuchar que la Justicia decidió absolver de todos los cargos a la monja Kumiko Kosaka, quien fue señalada desde el primer momento como partícipe de los vejámenes cometidos en los alumnos sordos del colegio de Luján que fueron denunciados a fines del 2016.
Los gritos fueron desgarradores cuando las víctimas y sus familiares escucharon que la monja que estaba acusada de abuso sexual agravado, corrupción de menores y partícipe primaria por omisión, quedó libre de todos los cargos en su contra.
Este fue el impactante momento en que se enteraron que la monja recuperará su libertad. Hasta el momento del juicio estaba con prisión domiciliaria.
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Este miércoles 18 de octubre era el día más esperado de las víctimas, ya que tenían esperanzas que los responsables de los tremendos abusos que sufrieron cuando eran menor de edad, fueran condenados.
De lo contrario, las juezas Gabriela Urciuolo, María Belén Renna y María Belén Salido resolvieron que la monja Kumiko Kosaka no fue responsable de los hechos por los cuales se la investigó durante años.
La fiscalía de Delitos contra la integridad sexual había pedido 25 años y 10 de inhabilitación para estar al frente de niños.
Paola González es madre de una víctima de los abusos sexuales ocurridos en el colegio para sordos de Luján. Luego de la sentencia expresó: "Hoy la justicia mostró su peor faceta. La miseria que nos demostró ahora, no solo a esos valientes sobrevivientes y sus familias, sino a Mendoza completa, le mostró que no existe la justicia y mandó al silencio a futuras víctimas".
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"Decir que estas infames son inocentes es mentir", agregó con la voz entrecortada. "Hoy la justicia mendocina aplaudió a los abusadores, hoy la justicia mendocina traicionó al pueblo. Desgraciadamente hay abusos todos los días, no sólo eclesiásticos, sino de toda índole, y hoy festejaron el silencio, y llamaron a las futuras víctimas al silencio".
A pesar de este fallo adverso para las víctimas, Paola, quien luchó por este caso desde el comienzo y fue una de las caras más visibles en la búsqueda de justicia, dijo: "Tenemos esperanzas en que los abogados y los fiscales apelen esta sentencia. Kosaka Kumiko merece estar presa y debe estar presa".
"Nos destruyeron la vida. Hoy no se terminó, esto lamentablemente tenemos que volver a empezar porque todas ellas -en referencia a las imputadas- deben tener una sentencia. No es venganza, nosotros solo buscamos justicia", concluyó la mujer.