“Yo era muy jovencito e iba a una iglesia muy seguido. Iba a agradecer o a pedir. Me sentaba ahí, a tener un momento tranquilo. Nunca iba a misa. Había un cura que me dijo ‘a vos te veo siempre’. ‘Sí, vengo acá porque vivo cerca’, le dije. ‘Bueno, pasá a mi despacho así charlamos’, me dijo”, comenzó diciendo el participante de Corte y Confección.
“Cuando pasé a su despacho, me dijo ‘mirá, tengo esos libros ahí en el escritorio’. Me los pongo a ver y viene el cura y me abraza de atrás, con todo, y me apoya. Y le digo: ‘¿Qué hacés, la re con... de tu hermana?’. Le pongo un codazo y me lo saco. Lo reputeé y me fui”, siguió.