Desde que integró las Glorias Porteñas en los ’90, Brian Chambouleyron fue uno de los hombres que se cargó al hombro la generación tanguera de esa década.

Un juglar criollo toma vuelo en el fin de semana mendocino

Por UNO

Desde que integró las Glorias Porteñas en los ’90, Brian Chambouleyron fue uno de los hombres que se cargó al hombro la generación tanguera de esa década. El mayor desafío apareció en este milenio, cuando decidió emprender su carrera solista, pero a fuerza de una personalidad carismática, un caudal escénico atrapante y evidente talento musical, traducido en sus interpretaciones de guitarra y voz, este juglar criollo supo abrirse camino.

Las fronteras no fueron límites, los cambios no infundieron temor, su guitarra fue su compañera en cada nueva etapa encarada con desparpajo aventurero. Así, después de cinco discos, llega, una vez más, luego de “al menos dos años sin tocar en Mendoza”, según estima Brian entre recuerdos de recitales en La Casa Usher junto con Leandro Lacerna.

Chambouleyron trae bajo el brazo su flamante álbum Canciones al oído, su quinto trabajo solista, una producción que el denomina “autobiográfica, ecléctica y de apertura”, ya que de algún modo representa el trajín que año tras año ha hecho de este artista (hijo de mendocinos y nacido en Francia) un incansable trotamundos musical.

Solo con su guitarra, Brian amplía su universo tanguero y de intérprete en tres conciertos que conformarán una minigira mendocina para este fin de semana. El músico estará este viernes, a las 21.30, en  Donde Duerme la Luna (Viamonte 3005, Luján), el sábado hará una parada a las 22 en El Retortuño (Dorrego 173, Guaymallén) y el domingo, antes de despedirse, le pondrá canciones al almuerzo de La Guarida del Celebrante (Buenos Vecinos 7598, Colonia Segovia, Guaymallén).

“El show va a ser un repaso de la presentación del disco nuevo, se llama Canciones al oído, que es un disco de reciente aparición y con repertorio bastante ecléctico”, nos cuenta.

Claro, la placa tiene mucho más que tango, también hay canción francesa, criolla y otros sabores que degustó en su vida. “En el show normalmente hago un poco más de canción criolla. Pero el disco  particularmente es un poco autobiográfico porque las diversas canciones y paisajes musicales tienen que ver con los paisajes geográficos en los que viví y en los que abrevé en mi formación musical. Tuve una vida de bastantes cambios y bastantes viajes, así que este último trabajo da un poco cuenta de eso”, asegura.

–Además de los clásicos, ¿disfrutás de interpretar a compositores contemporáneos?–Claro, está Acho Estol, Alfredo Tape Rubín y metí una milonga mía, que hice en parcería con Jorge Centofanti. Este es un disco de apertura también porque me animo a interpretar canciones de siempre y algunos autores modernos. Siempre dentro de mi personalidad vocal e instrumental, eso es inevitable, y dentro del formato juglar, que es mi fuerte, lo cual para mí es muy estimulante.

–¿Cómo ves a la nueva generación de compositores?–En general hay muchísima actividad en este momento, mucha composición, muchas orquestas, y la parte de la poesía es bastante interesante. Yo diría que lo nuevo en el tango es un poco más cercano a una expresión un poco más blusera y rockera, si se quiere, en cuanto al carácter de las piezas y la temática en general. Creo que va más por ese lado y no es tan romántico como podía ser en otras épocas. De todos modos yo soy un poco más romántico. Siempre estoy buscando y siempre encuentro algunas composiciones afines. Es un momento de bastante producción y eso es muy bueno.

–¿Por qué no hay más temas tuyos en tus discos?– Sería fantástico pero la composición me viene por goteo. Agarro un tema y lo trabajo mucho… Me gusta trabajarlos lentamente. Después queda todo muy afirmado, pero la composición siempre la he tomado con cierta distancia. Aunque compongo varias cosas, inclusive instrumentales, la verdad es que le tengo bastante respeto… Quizá no debería ser así, debería ser más fresco, pero me pasa eso, de todos modos siempre en los discos incluyo alguna composición mía, hecha solo o en parcería con algún letrista. La que incluí en este disco, Milonguera de ley, pinta un paisaje bastante duro, un ritual iniciático en la milonga que es como fuerte.

–¿Vas a tocar solo?–Sí, solo con la viola, estoy en un formato así, de juglar. Y Canciones al oído es un disco que tiene una propuesta muy íntima. Apelo bastante al tipo de colocación así con mucho aire, como más susurrado, más dicho en la manera de cantar, más decidor, como se dice en el tango por los cantores decidores. Hay mucho acento puesto en los arreglos de guitarra también, entonces es un material bastante afín al formato de juglar, más allá de que en el disco metí otros instrumentos. De todos modos voy solo y a lugares más pequeños, de capacidad reducida, para generar esa intimidad.

En algunos de sus conciertos por tierra mendocina, Brian Chambouleyron tiene planeada una linda sorpresa: “Voy a invitar a Elbi Olalla, pianista de Altertango, es muy creativa y una gran artista. Ella se va asumar en alguna de las fechas”. En el resto de 2014, Brian se irá de gira por algunos festivales de España e Italia. Es decir, el momento para escucharlo en vivo es ahora.

VIERNES

  • Brian Chambouleyron presentará su último disco, Canciones al oído, a las 21.30, en Donde Duerme la Luna (Viamonte 3005, Luján).

SÁBADO

  • La minigira mendocina de este juglar criollo continuará en El Retortuño (Dorrego 173, Guaymallén), a partir de las 22.

DOMINGO

  • El último repaso de su sentido repertorio popular de tango, boleros, canción criolla y canción francesa podrá vivirse al mediodía, a las 13, en La Guarida del Celebrante (Buenos Vecinos 7598, Colonia Segovia, Guaymallén).