La última edición de los Premios Gardel, que tuvo como el gran ganador al cantante melódico Axel, dejó una fuerte polémica por la decisión de entregar las estatuillas correspondientes a la movida tropical en una confitería, fuera de la ceremonia central que se realizó en el teatro Gran Rex.Mientras las estatuillas eran entregadas en vivo a los músicos de la mayoría de los géneros en el teatro, la premiación a los artistas de cumbia fue grabada a la tarde en una confitería de la zona de Suipacha y Corrientes.