El sábado 20 de diciembre, Cristian "Pity" Álvarez volvió a encabezar un concierto propio, esta vez como solista. El recital se produjo en un contexto de alta expectativa, dado que el músico no realizaba una presentación de esta magnitud desde el fallido show de Tucumán en 2018 y tras haber atravesado un proceso judicial por el homicidio de Cristian Díaz, el cual se encuentra actualmente suspendido por sus problemas de salud mental.
Pity Álvarez regresó a los escenarios ante 40.000 personas
Luego de siete años de ausencia y con su situación judicial aún en suspenso, el exlíder de Viejas Locas e Intoxicados se presentó en el Estadio Mario Alberto Kempes
Un show de tres horas y vigencia musical
Acompañado por una banda de sesionistas de trayectoria (como Matías Mango y Gabriel Prajsnar) e invitados como Felipe Barrozo, Álvarez ofreció un repertorio de tres horas que recorrió toda su carrera. La crítica y el público destacaron su solvencia vocal y técnica, disipando las dudas previas sobre su estado de salud.
El setlist incluyó clásicos del rock barrial como "Homero" (dedicado a su padre), "El Rey", "Intoxicado" y "Nena, me gustás así". No faltaron los exitos de su etapa en Inoxicados como "Fuego", "Nunca quise" y "Una Vela". Y hasta ofreció su más reciente lanzamiento, "No sé cuánto".
Pity habló de su situación judicial
Durante el recital, Álvarez realizó declaraciones que aludieron directamente a su presente legal y personal. "Me tengo que hacer cargo de las cosas que hice", manifestó antes de interpretar "Te empezás a chorrear". Más adelante, en un tono más provocador, lanzó: "¿Quién me va a juzgar? ¿Dios? ¿A mí, que soy Dios? Solo el universo me puede juzgar".
Pity: puesta en escena y público
El show contó con una puesta en escena que incluyó elementos performáticos polémicos, como la presencia de una asistente que simulaba estar atada a él por una correa, encargada de servirle bebidas y encender sus cigarrillos.
El estadio Mario Alberto Kempes lució colmado por una audiencia diversa, destacándose la presencia de una generación joven que veía al artista por primera vez. El operativo de producción involucró a más de 1.200 personas y el evento finalizó pasada la medianoche sin incidentes, cerrando una jornada que el propio artista calificó como el inicio de una nueva etapa.



