Selva Florencia Manzur
Desde algún lugar muy cercano al mar, mientras aprovecha los últimos días de libertad que sus vacaciones le regalan, Mike Amigorena atiende su celular y se pone al día con los compromisos musicales y actorales que ya mapeó para el 2014.
Tras interpretar a un hombre de pasado dudoso en Los vecinos en guerra y recorrer escenarios de todo el país con la banda Ambulancia, el mendocino barajó y dio de nuevo.
Ahora, se prepara para hacer sonar su nuevo proyecto musical, llamado MOX, y para encarar su próximo desafío en televisión como parte del elenco de Guapas, la nueva tira de Pol-Ka.
A apunto de volver a Capital Federal y empezar a rodar las primeras escenas que tendrá en esa tira, el maipucino atendió a Escenario y compartió sus aspiraciones para el nuevo proyecto sonoro que lo tiene
otra vez en el rol de líder, ofreciendo su particular voz y visión.
–¿Cómo definirías el sonido del grupo? Porque es distinto a lo que venías haciendo…
–El género de la banda es indie dance. Son canciones que tienen mezcla de sonidos, tendencias, pop, electrónica y una música que invita a compartir un trago con un amigo, ir manejando en una ruta con paisajes serenos. En imágenes se entiende mejor. Tiene un espíritu muy libre.
–Si bien habías colaborado antes con Alejandro Lacroix, ¿cómo surgió la idea de formar un grupo?
–Esto es el resultado de una unión. Nos formamos hace un año y medio. Ale me convocó para cantar en un evento solista, él ponía música y yo empecé a cantar sobre lo que él ponía. Luego convocamos a Oliverio y por último a Mei (Ying Chiu) como coreuta. Se me ocurrió que tenía que ser una voz oriental y eso justamente le da un sonido y una identidad propia. De a poco, cada uno empezó a volcar sus sonidos favoritos, en pos de buscar y desarrollar un sonido que nos fuera propio.
–En tu vida personal y profesional, ¿siempre pensás en términos musicales?
–La música me compone. Todo lo que escucho lo transformo. Tengo un vínculo con el sentido del oído y todo pasa por la melodía y la relación con eso, en toda mi vida. Por eso tiendo a estar vinculado con la música y si puedo actuar cantando, lo hago.
–¿Y cómo llega eso a las canciones que forman este primer disco?
–Son surrealistas, pero tienen que ver con esa búsqueda de que sonoramente sean agradables. No pasan porque necesariamente las escuches y te remitan a algo, como sí pasa con los trovadores. Pero no dejan de ser poesía.
–¿Tienen pensado presentarse en Mendoza?
–Sí, por supuesto. ¿Quién dice que haya una sorpresa? (risas). Ojalá que para la Vendimia, hay que cruzar los dedos. Pero este año, sin duda, vamos a estar por ahí.
–¿Cómo es la hoja de ruta para MOX en los meses próximos?
–Además de haber firmado con (la discográfica) Sony, tenemos pautadas fechas para presentar el disco en distintos lugares. Cuando pase el verano empezaremos a presentarlo en distintos lugares de Capital. El tema es que, como empiezo a grabar Guapas, no puedo viajar. Por eso, los fines de semana los ocuparé haciendo toques.
–Son pocos los artistas nuevos que firman con disqueras como Sony y editan discos. ¿Qué opinión te merece el presente de la industria musical y del disco como mercancía?
–Me parece que hoy lo que no se comparte, se pierde. Si yo pienso en hacer un disco y venderlo, estoy empezando por el final. Hoy en día, estamos regalando la música, tratando de que la gente la conozca, use aplicaciones, se la baje. No soy de la cultura de comprar el disco. Hoy parece casi un hobby que vos tengas un objeto como el CD, que es prácticamente obsoleto. Hoy, en vez de eso tenés un pendrive y eso lo ponés en el estéreo. La ceremonia del librito y el packaging entretiene a mucha gente, pero hoy tenés que darle la facilidad al oyente. Claro que no es lo mismo escuchar un CD que una canción de
una computadora, eso está claro. Sí estoy de acuerdo en que todo tendría que desaparecer y que todo sea digital. Estamos focalizados en tocar más que en vender, que hagamos un disco es una consecuencia. Queremos que nos conozcan.
–¿Qué diferencia hay entre ser cantante en Ambulancia y ahora de MOX?
–Me encuentro mucho más desnudo y despojado. También soy más grande. En Ambulancia estaba más resguardado, porque había toda una puesta y otra gente que me acompañaba. Ahora, la exposición es mucho más intensa y a la vez siento cuando flaqueo. En Ambulancia nunca estaba solo, pero ahora depende mucho de mí y de mi crecimiento.
–¿Cómo te preparás para tu papel en Guapas?
–Vuelvo al ruedo de lo fingido. Salgo del panorama veraniego, casi adolescente, para volver a la disciplina y a otro lenguaje. Eso me entusiasma. Es un elenco divino y una historia entretenida. Es una novela con la que se van a identificar y que tiene personajes creíbles. Estoy muy feliz.
–La pausa actoral fue corta y volvés con otro personaje a poco de haber hecho Los vecinos en guerra…
–Exacto. Estoy contento, sí. Me van a ver seguido ahora, por suerte.