El Senado aprobó este miércoles y giró a la Cámara de Diputados una serie de proyectos sobre género, entre los cuales se destacaron el cupo femenino en espectáculos y la aplicación de sistemas de monitoreo para los que haya una prohibición de acercamiento entre el denunciado y la denunciante de violencia.
Con 50 votos a favor y uno en contra (del peronista salteño Juan Carlos Romero) se aprobó una iniciativa de la senadora kirchnerista mendocina y precandidata a gobernadora Anabel Fernández Sagasti para establecer la paridad de género en los eventos musicales: establece un cupo femenino del 30% en los espectáculos musicales que se realicen en vivo en el país.
Según consta en el texto, la iniciativa propone que “los eventos de música en vivo así como cualquier actividad organizada de forma pública o privada que implique lucro comercial o no y que para su desarrollo convoquen un mínimo de tres artistas o agrupaciones musicales en una o más jornadas, ciclos o programaciones anuales, deben contar en su grilla con la presencia de artistas femeninas”.
Esto implica que si un evento tiene programada la participación de tres artistas, uno de los cupos deberá ser obligatoriamente para una mujer. Además, se establece que a partir de los diez artistas programados, se entiende que el cupo femenino se cumple cuando este represente el 30% del total de artistas solistas y/o agrupaciones musicales de la grilla.
Por otra parte, se establece que las artistas deben estar registradas en el Registro Único de Músicos Nacionales y Agrupaciones Nacionales Musicales.
Según datos revelados en el Registro Nacional Único de Músicos del Instituto Nacional de la Música -al 22 de junio de 2018 había 37.346 artistas registrados- el promedio indica un 80% de músicos hombres y tan solo un 20% de mujeres, manteniéndose la misma diferencia de porcentajes en los aspirantes a subsidios de ese organismo. De estas cifras se infiere que la proyección profesional de las mujeres en la música es notablemente más limitada.