Quaid narra en su carta abierta su propia historia de superación. "Yo tenía la fama de chico malo", recuerda el actor nacido en Houston (EE. UU.), quien a su llegada a Hollywood no supo cómo llevar su fama repentina. Y reconoce que primero realizó su "mejor imitación de un arrogante" y luego pretendió que no pasaba nada. "La adicción te mantiene apartado de tu vida", admite alguien que, como ocurre con muchos adictos, repetía diariamente la misma rutina: "Despertaba, me metía una línea y juraba que no lo volvería a hacer". Por supuesto, era una promesa que no lograba mantener en un ambiente propicio a este tipo de droga, suministrada sin muchos intentos de disimulo.
"Todo se volvió muy loco. (...) Al día siguiente estaba en desintoxicación", recuerda. El proceso de desengancharse de las drogas no fue fácil ni en lo personal ni en su carrera, que pasó por algunos de sus peores momentos con títulos que hoy nadie recuerda. Pero, en la actualidad, Quaid reconoce que esa época le enseñó humildad. "Me hizo una persona", asegura.
Casado en la actualidad con Kimberly Buffington, dedicada al negocio inmobiliario, el matrimonio tuvo gemelas en 2007. Además, el intérprete es miembro de numerosas asociaciones benéficas.
FUENTE: El Pais