El director Dan Fogelman contó cómo en el filme La vida misma las vivencias de varias generaciones se relacionan.

"Las vidas pueden ser algo cinematográfico"

Por UNO

Como en su serie de televisión This Is Us, los eventos jubilosos o catastróficos tienden a agruparse para Dan Fogelman. "Siempre hay una película en alguna parte, estoy seguro", dijo el director en una afirmación que refuerza el argumento de La vida misma, el filme que se estrenó en todo el país.

En La vida misma la historia se desarrolla en espiral a través de varias generaciones, en dos continentes y a partir de un accidente fatal en una calle de Nueva York. Al igual que en This Is Us, que apela a la emoción, el filme es un relato intergeneracional de destinos y encuentros fortuitos con un reparto de primera categoría que incluye a Antonio Banderas, Samuel Jackson, Annete Bening, Oscar Isaac, Mandy Patinkin y Olivia Cook.

Fogelman aseguró que hablar de las personas y su mundo es lo que le atrae de un proyecto. "Ya sea en Loco y estúpido amor, en This Is Us o esta película, tenés varias historias y personajes que funcionan entre sí como un ping pong. Definitivamente es lo que me gusta hacer, pero nunca lo pensé de esa manera. El punto es que nunca estuve realmente interesado en dedicarme a escribir una película sobre la mafia, aunque me encantan las películas de mafia o una de terror, aunque me encantan las películas de terror.

Para mí, el tipo de temas que me excitan es cuando se trata de las personas", explicó.

En ese sentido, el realizador sugiere que en su filme la vida de todos es parte de un panorama más amplio.

Y explicó cuál es el origen de esa mirada abarcadora sobre la vida. "Mi madre falleció hace diez años y fue el golpe más duro que tuve en mi vida, el tipo de situación que me preguntaba si alguna vez podría superar.

Fue muy complicado, ella murió inesperadamente. Y un año después, casi el mismo día, conocí a la mujer que se convertiría en mi esposa. Mi vida ahora está constantemente llena de estos hermosos e importantes momentos que una figura clave en mi vida ya no está aquí para compartir. Eso se siente como algo grandioso en mi vida que es básicamente normal. Pero cuando expandís eso y pensás en las personas que se unieron para traer a mi madre a la vida y guiarme a mí, y en las personas que se unieron para traer a mi esposa al mundo para guiarla, creo que las vidas más comunes se convierten en algo realmente grande y cinematográfico".

Sin embargo, Fogelman aseguró que eso no significa que no pueda disfrutar de otro tipo de películas. "Para mí, una escena con un momento íntimo como la de "Kramer vs. Kramer" donde el niño está tomando un helado con Dustin Hoffman, tiene el mismo tipo de intensidad y el atractivo que tiene sentarse en un cine, comer pororó y ver la secuencia de acción más grande que pueda tener una película de acción".

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