Este 2011, Reino Unido vivirá dos grandes bodas. La primera, el 29 de abril, la «gran boda real» entre el Príncipe Guillermo y su prometida, Kate Middleton, en la que los británicos ven el final feliz que no tuvo Lady Diana con el Príncipe Carlos. Difícil hacer sombra a uno de los acontecimientos más importantes del año, pero no para la Kate más icónica de todas: Kate Moss.
El 2 de julio dará el «sí quiero» a su novio, el rockero Jamie Hince (guitarrista de The Kills) y ante posibles rivalidades mediáticas ya ha anunciado: “La mía será la boda más famosa de una Kate en 2011”.
XL Semanal publica hoy un reportaje sobre «el animal más bello del mundo» y a raíz de su impresionante influencia (todo lo que toca se convierte en tendencia), los más de 20 años que lleva en la cresta de la ola y las más de 300 portadas de revistas, se puede decir que Miss Moss “tiene el mundo a sus pies”.
La revista adelantó que la despedida de soltera será en París y todavía no se sabe si Miss Moss seguirá adelante con su idea de que John Galliano le diseñe el vestido de novia.
Hija de una camarera y de un agente de viajes, gana siete millones al año según Forbes (solo la superan Gisele Bündchen y Heidi Klum) y «guarda en la manga de su blazer el as del camaleón». Y es que Kate tiene la habilidad de ser la primera en todo. «¿Su receta? Una mezcla de naturalidad y bella imperfección». Sigue siendo la antimodelo por excelencia, la rebelde oficial, la más cotizada, la reina del «vintage» y del estilo propio.
Entre juergas, excesos y viajes tiene tiempo para ser madre. Su hija, Lilah Grace, de nueve años, es fruto de su relación con Jefferson Jack (editor de la revista An Other Magazine) y según recoge XL Semanal, Moss la ve así: «Mi hija es mi miniyó». La niña se ha convertido ya en una «it girl».