público como si fuese la primera vez. "Demoliendo hoteles" abrió el show con Charly en el piano junto al plantel de músicos que hicieron que el regreso sonara bien. A los chilenos Kiuge Hayashida (guitarra), Carlos González(bajo) y Tonio Silva Peña (batería), se sumaron "la princesa" Hilda (voz y coros) -como gustallamar García a Lizarazu -Fabián Von Quintiero (teclados) y García López (guitarra). La puesta en escena fue otra invitada especial. Realizada por el ex de la Guarda, PichónBaldinú, consiguió que la música fuese también una sensación visual. Por eso, la escenografía erauna manifestación latente de lo que cada tema expresaba. Así como el comienzo tuvo a los músicosvestidos con trajes blancos que luego volaron como fantasmas, Charly se subió en un andamio paracantar "No soy un extraño" y un hada sobrevoló el Luna Park en "Pasajera en trance". "No sé más que tocar" repetía el músico para justificar la entrada de sus invitados. Sentado en el piano, escuchó a León Gieco con " Los Salieris de Charly", quien pidió al público hacer loscoros. No faltó el doblete con "El fantasma de Canterville", una de las perlitas que tenía Charlybajo la manga. Luego fue el turno de David Lebón con "Esperando nacer" y Pedro Aznar con "Perroandaluz". Los ex Serú Giran no estuvieron al mismo tiempo en el escenario. Los "Beatles argentinos"se reunirían para cantar "Seminare". Dejando a un lado el ego, Charly fue un verdadero anfitrión,supo ser espectador y acompañante de sus compañeros de carrera. La lista de temas fue unarecopilación aguda de la carrera de Charly, una retrospectiva que fue desde sus últimos trabajoscomo solista hasta llegar a sus comienzos con Sui Generis. Sin embargo, se filtraron los dosúltimos trabajos que retratan el momento actual: "Deberías saber por qué" y "La medicina". Como unexponente de su rehabilitación, este último corte le muestra al público que la única medicina quenecesita es "tu amor". Un último "no sé más que tocar" trajo a Juanse para compartir un intenso yrockero "Mr. Jones". El final se acercaba pero el público seguía saltando. "No toquen" dejó a labanda de "Say no more" algo agotada. "Una más y nos vamos a dormir" y sonó "Canción para mi muerte"donde el gran maestro dejó el escenario en mitad del tema mientras el público, su público, locompletó.