Por Selva Florencia Manzur
Si House of Cards nos enseñó lo corrupto, despiadado e inescrupuloso que pueden ser quienes ocupan bancas en el Congreso, Game of Thrones viene a darnos una clase magistral sobre el detrás de escena de las campañas políticas que preceden las elecciones de esos cargos.
Imaginemos a un grupo de hombres y mujeres luchando por ocupar el “sillón de San Martín” –en la serie se trata del Trono de Hierro– y haciendo cualquier cosa por ser el elegido: el líder del pueblo. Claro que en la serie de HBO se mata, se roba, se traiciona y se tejen alianzas. Pero, tomémonos un segundo para pensar: ¿tan diferente es la vida real?
Concentrémonos en Mendoza: falta un año y siete meses para las próximas elecciones en las que se elegirá a un nuevo gobernador, y ya hay cerca de siete candidatos bendecidos por Francisco Paco Pérez para sucederlo. Detrás de esos hombres, una orda de “roscas”, idas, venidas y operaciones. La política es cruel, pero la vida también.
Si algo nos deja Game of Thrones es que así como a Paco lo silbaron en la Vendimia, al rey más malo de todos los reinos, Joffrey, le temen. Pero también lo silban. Paco no es temido, pero es político, y para muchos, ser político es mala palabra. Ni la muerte de Néstor Kirchner pudo cambiar eso. Paco debería quedarse tranquilo porque tiene mejor imagen que Celso Jaque. Al penúltimo gobernador de Mendoza directamente lo silbaban por deporte.
Volviendo a la serie, se aprende mucho de la energía vital de estos personajes, de la sed de venganza y de los macabros planes que llevan adelante para reinar.
Como en la vida, en Game of Thrones algunos ganan y otros pierden, pero sólo por un rato. Ni el poder ni el éxito ni el amor, duran para siempre. De ahí, la importancia de darle continuidad a los proyectos.
Y si de continuidad se trata, hoy, a las 22, por HBO (450 de Supercanal Digital) empieza la cuarta temporada de una de las series más aclamadas de los últimos tiempos, y habrá episodios por lo menos hasta 2017.
El “modelo” está asegurado hasta entonces, ya que los ejecutivos David Benioff y Dan Weiss aseguraron que quieren hacer al menos tres temporadas más. Luego, se verá.
Pesadillas, invierno y venganza
El estreno de hoy está marcado en el calendario por los seguidores cosechados por esta serie de ficción que ha superado los límites de lo “geek” y se ha convertido en un fenómeno de masas.
“Hay sed de venganza”, asegura Benioff, escritor, director y productor ejecutivo de Game of Thrones.
La tercera temporada terminó con el asesinato de Rob Stark, su mujer y su madre, en un intento de los Lannister por masacrar a su adversario más temido.
Daenerys Targaryen, en tanto, seguirá buscando descubrir qué tipo de líder quiere ser en compañía de sus tres dragones, que ahora son más letales que nunca.
El actual rey, Joffrey Baratheon, seguirá con su talante ambicioso, mientras no será la mejor época para su tío Tyron, quien pasará la mayor parte del tiempo en la cárcel.
Varios personajes nuevos entrarán en escena, el más importante probablemente sea Oberyn Martell, un oscuro protagonista que encarna el chileno Pedro Pascal.
Pero la pregunta que inquieta a todos es: ¿quién será el próximo en morir? Sólo el tiempo lo dirá. Para los ansiosos siempre están los libros.