Harry Potter se convirtió en uno de los íconos de Inglaterra. Si estuvieron en el país, se habrán dado cuenta que caló hondo en la cultura inglesa y británica en general. Pero algo que no se había hecho público es el factor que la agencia de inteligencia de esa nación estuvo involucrada en la publicación de los libros. Sí, la obra de JK Rowling estuvo protegida por esta agencia, para evitar filtraciones y poder mantener el secreto de los giros en la historia.
Hablando con ABC Radio de Australia, el fundador de Bloomsbury, la editorial que publicó cada libro de Rowling, recordó la anécdota en particular. "Me acuerdo de recibir la llamada de el edificio del GCHQ, en la cual me decían que habían encontrado una copia del borrador del libro en Internet", comentó Nigel Newton. "Me lo mandaron, se lo acercamos a Rowling y ella confirmó que era falsa. Siempre se comportaron muy buen, eran buenos tipos".
A partir de esta entrevista, desde el GCHQ emitieron un comunicado que decía explícitamente: "no comentamos nuestras medidas de defensa contra las artes oscuras".