Las cosas han empezado mal. El primer gran as, Shrek, felices para siempre (o sea, Shrek 4 en 3D), no ha logrado lo esperado. En su primer fin de semana en las salas –elpasado– apenas superó los 65,8 millones de euros. A primera vista, la cifra no es nada desdeñable,pero tiene su truco porque sus anteriores entregas habían dado a entender que el verde ogro era elcolor del dinero (todas ellas se llevaron 81,2 millones de euros en el primer fin de semana).Además, no se pueden comparar las cifras porque no se tiene en cuenta la inflación. Y, lo peor,Shrek, felices para siempre es en 3D, y las entradas para verla en ese formato son muy caras. Enteoría, ese precio debería haber multiplicado la recaudación. En definitiva, un fracaso. Y así selo tomó Wall Street, donde las acciones de DreamWorks, estudio productor de la saga animada,cayeron un 11%. Todo esto con una película de animación que disfrutó de unas críticas pasables y una campañapromocional a bombo y platillo, para un estreno en 4.359 pantallas en EE.UU. y Canadá. De esassalas, 4.000 son para el 3D, todo un récord en el formato que por estos días es el Santo Grial dela taquilla. Así que con este portaaviones tocado, a Hollywood se le está atragantando la barbacoahabitual del fin de semana del llamado Memorial weekend, que marca oficialmente la entrada delverano en el calendario estadounidense.
Críticas desfavorables Son dos los estrenos potentes, Sex and the city 2 y Príncipe de Persia: las arenas del tiempo, y la inversión es monstruosa. Carrie Bradshaw ysus chicas dan rienda suelta a su nueva aventura, simultáneamente, en todo el mundo con 3.445pantallas en el territorio norteamericano. Y en el caso del videojuego traspasado a la pantalla,con la impresionante musculatura de Jake Gyllenhaal, 3.660 pantallas lo aguardan, mientras que lapelícula se estrena con rapidez antes en el resto del mercado internacional (y hay que reconocerlesu éxito). Ambas tienen una responsabilidad financiera a sus espaldas, tras los 337,1 millones de eurosque recaudó la primera entrega cinematográfica de Sex and the city 2 –sin mencionar la adoraciónque levantó la serie de televisión–, y en el caso de Príncipe de Persia, porque su presupuesto harondado entre los 121,8 y los 162,4 millones de euros y se apoya en uno de los mayores éxitos deventas en el campo del videojuego. Ahora el mago de la producción Jerry Bruckheimer quiereconvertirlo en franquicia cinematográfica. Otro detalle que los iguala: ambas llegan a los cines con algunas de las peores críticas delaño. Como dice The Wall Street Journal, es difícil creer en el elevado presupuesto de Prince ofPersia "con lo malas" que son sus imágenes y un bloguero subraya jocosamente que lo mejor de lapelícula es "que no da cáncer de ojo". Las cosas empeoran con Sex and the city 2. The HollywoodReporter constata que la película no es más que "un pase de modas de dos horas". Los Angeles Timesafirma que es el retorno "innecesario y sin tacos" de Sarah Jessica Parker.
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Sex and the city 2.
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Príncipe de Persia: las arenas del tiempo.