Desde el pasado mes de julio, la Orquesta Filarmónica de Mendoza, dependiente del Gobierno provincial, lleva adelante un proyecto inédito, en tiempos de pandemia.

Este trabajo, que pronto verá la luz, tiene como objetivo el rescate de la música argentina en formato sinfónico. Se sumaron a este proyecto voluntades que, de manera desinteresada, participan como músicos invitados y arreglistas.

Este proyecto, inédito para esta importante institución cultural, incluye temas emblemáticos como la chacarera La Oncena, el Pericón Nacional, Azul Tiahuanaco, el tango Cuando Llora la Milonga, Malambo del Vino, entre tantas otras piezas musicales. Este repertorio es ejecutado y grabado por todos los músicos que conforman la Orquesta Filarmónica de Mendoza y es producido desde sus hogares con sus equipos electrónicos a disposición: teléfonos, tabletas, portátiles, grabadoras y hasta home studios.

Un largo camino

Para este proceso de grabación, se comenzó con la elección de las piezas musicales a ejecutar, su posterior adaptación y orquestación, que produce las partituras que serán enviadas a cada músico, junto con una pista de referencia. Con un calendario estipulado, se recibieron cada uno de los audios, los cuales transitan por un proceso de mejoras, para luego pasar al siguiente paso que es la sincronización de todos los archivos. Ahí comienza la edición y pulido final de cada uno de los temas que conformarán este proyecto de música sinfónica argentina.

La edición digital la lleva adelante el productor Juan Pablo Moltisanti, quien comenta, al respecto: “Ha sido un reto enorme llevar adelante esta iniciativa. Editar el audio procedente de fuentes tan diversas, con calidades de audio variadas, grabado sin referencias visuales entre sus músicos, conlleva sortear grandes dificultades. Luego de recibir cada audio, hay que juntar por filas y secciones, para luego amalgamar la forma de ejecución y lograr un sonido consistente. Cada proyecto posee un promedio de 80 archivos a procesar, pulir y sincronizar. Felizmente el resultado final es sorprendente y está muy lejos de presentar una interpretación fría o mecánica, por el contrario, se refiere una excelente ejecución en vivo, con un producto final de gran calidad.”

Por su parte, el Director Artístico de la Orquesta, César Iván Lara, manifiesta: “Luego de muchos años, el organismo no cuenta con arreglos propios de tan importante género, la iniciativa permite a la orquesta enriquecer su archivo musical, con repertorio que le es afín. En la medida que avanzamos, mejoramos los audio de referencia, para que los músicos graben con más comodidad. Asimismo, es un trabajo muy laborioso lograr que las partituras contengan todas y cada una de las indicaciones, para que el músico que la recibe no tenga dudas de cómo ejecutarla, el trabajo exige muchas horas de revisión constante, para lograr un resultado idóneo. Sin embargo, es tan complicado el tema de interpretación musical que siempre será inevitable que surjan inquietudes musicales o técnicas antes de grabar.”

El trabajo está tan sincronizado que, mientras los músicos graban, Lara y Moltisanti transitan los días en el Ministerio de Cultura escuchando y mejorando las ejecuciones, tal como haría un director musical presencial, encontrando las frases musicales a destacar, puliendo cada detalle musical y pincelando con la interpretación que sólo da la mano de su director.

Entre los Maestros que acompañan al proyecto se cuenta a Lars Nilsson, quena; William Sabbatier (Francia), Rodolfo Zanetti (Estados Unidos) y Esteban Calderón (San Juan), en bandoneón. Arreglistas que se suman al proyecto: Walter Sabbatini, Pablo Herrero Pondal y los mismísimos Juan Pablo Moltisanti y César Lara.

El trabajo final de este proyecto conformará, prontamente, un compilado de música sinfónica argentina, que estará disponible en todas las plataformas de música digital del mundo. Finalmente, el repertorio se espera poder ejecutarlo en la primera y próxima presentación con público o en streaming que la orquesta vaya a brindar.

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