Los beneficios mentales y físicos de correr en la playa
Correr en la playa tiene múltiples beneficios físicos y mentales para la salud, desde fortalecer a los músculos hasta mejorar el estado de ánimo. Todos los detalles
Los beneficios mentales y físicos de correr en la playa
Con la llegada del verano, el espacio para entrenar cambia y las playas se vuelven el lugar preferido de los runners. Una mayor conexión con la naturaleza, el sonido del mar o paisajes paradisíacos hacen de la playa un lugar ideal para correr. Pero no solo esto, correr por la arena tiene múltiples beneficios para la salud tanto a nivel físico como a nivel mental.
Con la llegada del verano y las vacaciones hay gente que abandona el gimnasio y se lanza a correr por la playa. Esto se debe a que correr en la arena brinda una experiencia diferente y estimulante. En este artículo te contamos sobre los beneficios menos que tiene para la salud correr en la arena.
Los beneficios mentales y físicos de correr en la playa
Entrenamiento con resistencia adicional
Cuando se corre sobre el asfalto los músculos deben soportar un gran impacto, sobre la playa es aún mayor. La arena suelta y desigual proporciona una resistencia natural que desafía los músculos de las piernas, especialmente los músculos estabilizadores y los músculos de la pantorrilla.
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Menor impacto en las articulaciones
A diferencia del asfalto o las pistas duras, correr en la arena ofrece un impacto mucho más suave en las articulaciones. La arena actúa como un amortiguador natural, absorbiendo parte del impacto generado al correr, lo que reduce el estrés en las rodillas, las caderas y los tobillos.ç
La playa ofrece un entorno naturalmente hermoso y relajante, lo que hace que correr en la arena sea una experiencia gratificante y placentera. La brisa marina, el sonido de las olas y el contacto con la naturaleza ayudan a reducir el estrés y a mejorar el estado de ánimo.
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Equilibrio
Si hay una ventaja que destaque por encima de todas es la de que ayuda a reforzar la musculatura del pie y ganar en equilibrio. Correr en la arena requiere un mayor equilibrio y estabilidad debido a la inestabilidad de la superficie. Al correr sobre la arena, los músculos estabilizadores de las piernas, los tobillos y los pies se ven obligados a trabajar más para mantener el equilibrio, lo que fortalece estos músculos y mejora la coordinación.
