Las iglesias y catedrales, en todo el mundo, alojan grandes misterios. Pero, en España, la catedral de Sevilla se lleva todos los premios, ya que no debe haber ninguna otra que tenga un cocodrilo en su techo. Sí, para aquellos que no lo saben o no lo han visto, puede sonar como una locura y, tal vez, lo sea.
La catedral de Sevilla es prácticamente una joya de la arquitectura. De hecho, ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Se trata de la catedral gótica más grande del mundo y detrás de ella hay una historia muy importante y leyendas que han trascendido la historia. Sin embargo, el hecho de que tenga un cocodrilo en su techo.
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La catedral que tiene un cocodrilo en el techo
Lo primero que hay que aclarar, para aquellos que no conocen la Catedral de Sevilla, es que el cocodrilo no se encuentra dando vueltas por el techo del edificio. Ni siquiera está vivo, aunque alguna vez sí lo estuvo. Hoy se encuentra disecado y rodeado de otros objetos igual o más exóticos, pero cuál es su historia es algo que no todos conocen.
Según cuenta la leyenda que hay alrededor de esta catedral española, el cocodrilo fue enviado por el sultán de Egipto a Alfonso X como parte de una ofrenda matrimonial en la que pedía la mano de su hija. También llegaron un colmillo de elefante y una jirafa. Sin embargo, la propuesta de matrimonio fue rechazada y los exóticos regalos quedaron en Sevilla.
Una vez disecado, el cocodrilo fue colocado en la catedral de Sevilla, aunque vale destacar que ya no es el original, sino una copia que lo reemplazó.
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Otras maravillas de la catedral de Sevilla
No solamente por tener un cocodrilo en su techo es que la Catedral de Sevilla es famoso. Sus gárgolas también lo son. Estas figuras con formas humanas de aves y bestias simular ser las vigilantes de un templo desde hace muchos años. Y quién sabe, tal vez eso no sea solamente una fantasía o una simple fachada.