Los pocos pasajes que habían sido vendidos con la expectativa del retorno de los vuelos de cabotaje en octubre ya empezaron a ser cancelados.
Los vuelos que se realizarán serán los especiales, que requieren autorización del Gobierno por motivos sanitarios, a los que sólo pueden acceder pasajeros que cuenten con alguna autorización para circular por razones contempladas en el listado de actividades esenciales.
Hasta ahora, ese tipo de vuelos estuvo a cargo principalmente de Aerolíneas Argentinas. Las otras compañías que operan cabotaje no los solicitaron, en algunos casos porque no los encontraron rentables ya que es muy limitada la cantidad de pasajeros que podrían transportar. Además, hay provincias que se niegan a recibir vuelos por temor a posibles contagios desde otras zonas del país. Y las que están dispuestas (como Chaco y Tierra del Fuego) exigen a los pasajeros contar con un certificado de covid negativo y realizar cuarentena en el lugar de destino.
En función de estos elementos, las compañías anticipan que el panorama de vuelos en una primera etapa -aunque se autoricen los servicios regulares- no será muy diferente al actual. Es decir, muy pocas rutas disponibles con aviones semi vacíos.