Este jueves 15 de octubre fue el día D para IMPSA en su afán de sanear sus cuentas. Una asamblea de accionistas y acreedores debía formalizar la propuesta de reestructuración de la deuda por U$S583 millones que, con mejora de plazos de pago y montos, concluyó a pedir de la multinacional mendocina.
En ese marco, IMPSA dio un paso clave en su proceso de reestructuración financiera. Todo se dio en el marco del Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE) que tramita ante el Segundo Juzgado de Procesos Concursales de Mendoza, la compañía obtuvo el apoyo del 84,2% de sus acreedores, cifra que representa el 97,1% del total de la deuda elegible, equivalente a U$S583 millones.
Las asambleas de bonistas y obligacionistas se realizaron en la sede de la empresa bajo la presidencia de Ercilia Nofal y con la presencia de la jueza Gloria Cortés. Durante la jornada, se sumaron las adhesiones de distintos acreedores, entre ellos los organismos multilaterales BID, BID Invest, Export Development Canada y la CAF (Corporación Andina de Fomento), alcanzando una aprobación muy por encima de las mayorías exigidas por la Ley 24.522 (artículo 45 bis).
Con este resultado, IMPSA presentará en los próximos días el acuerdo al juzgado interviniente para su homologación judicial, paso que consolidará la reestructuración y permitirá avanzar con la nueva etapa de desarrollo empresarial, según reza el comunicado oficial de la empresa.
Una nueva etapa para IMPSA
El presidente de IMPSA, Jorge Salcedo, destacó que el proceso “consolida la puesta en marcha de la nueva IMPSA, cuyo objetivo es demostrar cómo una inversión estadounidense en tecnología argentina convertirá a la empresa en un fabricante esencial de grúas portuarias y de componentes nucleares para los mercados estadounidense y argentino, retomando simultáneamente su participación indispensable en la fabricación y rehabilitación de centrales hidroeléctricas en el mundo”.
Salcedo también subrayó: “Agradecemos la confianza de nuestros acreedores y el apoyo de los gobiernos argentino y estadounidense en esta nueva etapa. Estamos convencidos de que esta reestructuración de deuda constituye el paso inicial que permitirá a IMPSA ser un ejemplo de un caso empresarial exitoso entre dos países aliados”.
La propuesta aprobada establece una reprogramación de vencimientos que permitirá comenzar a pagar capital a partir del año 10, contado desde la homologación judicial del APE. Esta extensión da a la compañía el margen necesario para ordenar sus operaciones, fortalecer su estructura financiera y concretar nuevos contratos, en línea con el plan de negocios impulsado por su accionista controlante, Industrial Acquisitions Fund LLC.
El fuerte respaldo obtenido marca un hito para IMPSA, que a solo ocho meses de la toma de control por parte de los nuevos accionistas, consolida su continuidad y la preservación de una tecnología de primer nivel mundial en sectores estratégicos como energía nuclear, grúas portuarias e hidroelectricidad.
Con presencia en América Latina, Estados Unidos y Asia, la compañía busca recuperar protagonismo global y contribuir al fortalecimiento de la industria mendocina, con el acompañamiento del Gobierno provincial.